El anuncio de Tibisay Lucena de los resultados de los comicios de la Asamblea Nacional Constituyente Comunista convocada ilegalmente por Nicolás Maduro no asombró a los venezolanos, pues la mayoría sabía que la presidenta del Consejo Nacional Electoral daría una cifra superior de votos a los obtenidos por los diputados en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015 y en la consulta popular del pasado 16 de julio para hacer creer externa e internamente que los candidatos a la Asamblea Nacional Constituyente Comunista tuvieron el respaldo de más de 8 millones de venezolanos, aunque por las amenazas a los funcionarios públicos y beneficiarios de los programas sociales del régimen, quizá solo pudieron alcanzar los 3 millones y pico de sufragios, porque más del 82 por ciento de los habitantes  de este país se encuentran en desacuerdo con esa figura jurídica, porque saben que no solucionará ninguno de los problemas económicos y sociales propiciados por las nefastas políticas pro comunistas establecidas por Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro, con la intención de acabar con la democracia venezolana que consagra en su  Carta Magna vigente el Estado Federal Descentralizado  para imponer un Estado Comunal que abrace al comunismo como forma de gobernar.

Con total convicción, la presidenta del Consejo Nacional Lucena anunció el mega fraude sobre los resultados de la elección de la Asamblea Nacional Constituyente Comunista. Dijo que 8 millones 092 mil venezolanos habían votado en favor de la oferta presentada por los candidatos a la Asamblea Nacional Constituyente, cuando en ningún centro de votación del país había suficiente gente sufragando. Prueba de eso, es que en donde sufraga esta servidora hay más de 4 mil electores y solo votaron 300 personas, las cuales a juicio de testigos fueron obligadas a hacerlo por quienes  coordinan en cada cuadra de las comunidades la entrega de las cajas del Clap. Refuerza esta aseveración las declaraciones del mayor general retirado Cliver Alcalá, quien afirma que los militares de rango medio que custodiaban los distintos centros de votación del país fueron testigos presenciales de la poca o nula asistencia de los electores.

La fiscal general de la República  también desconoce los resultados de la Asamblea Nacional Constituyente, al tiempo que la califica de ilegítima e inconstitucional desde su origen.  Los números resultantes de su elección  “fueron fraudulentos.  No hubo una auditoría en su contabilización. «Estoy absolutamente segura de que esos números no quedaron así». «Lo que anunciaron fue una burla al pueblo y su soberanía, mientras que están dándole mucho poder a una minoría». Luisa Ortega considera la posibilidad de que ni siquiera el 15 por ciento de los electores haya votado en esos comicios electorales y, por ende,  como máxima representante del Ministerio Público venezolano solicita anular la constituyente por delitos durante el proceso electoral.

De acuerdo con los resultados dados por Tibisay Lucena, en los comicios del pasado 30 de julio de 2017,  votaron  a favor de los candidatos constituyentes comunistas de Nicolás Maduro más personas de las que apoyaron a Hugo Chávez en 1998, pese a que su gestión tiene un rechazo de más del 80 por ciento de la población, debido a su pésima forma de gobernar y por propulsar el caos social en el país por la carencia de alimentos y medicinas, además de los altos índices de inflación, inseguridad y muertes por desnutrición, enfermedades no atacadas ni controladas por falta de remedios, la desnutrición y el hambre que padecen toda esa población del 85 por ciento que actualmente vive en la miseria. Nadie cree que en esa elección de constituyentes haya votado más de 8 millones 800 mil venezolanos, porque el gobierno de Maduro se encuentra en decadencia y tiene un alto porcentaje de rechazo. Esa resulta electoral constituyentista dada por Tibisay Lucena implica que  superó los  8 millones191 mil132 votos obtenidos  por el presidente Hugo Chávez en las elecciones presidenciales de 2012. Nada creíble esos resultados, aunque lo maquillen de verdad.

Supone,  igualmente,  que  Maduro superó el domingo 30 de julio los 7 millones 505 mil 338 sufragios conque fue elegido como primer mandatario en la  elección presidencial de  2013 y los 5 millones 622 mil 844 votos obtenidos por el Partido Comunista de Venezuela y Polo Patriótico en la elección de la Asamblea Nacional en 2015. Cifras que se ponen en duda, por cuanto el Jefe del Estado venezolano no ha tenido un gobierno exitoso en ningún área y no es un líder, mucho menos carismático como lo fue Hugo Chávez Frías, Decir que Nicolás Maduro incrementó en la elección de la asamblea nacional constituyente comunal más de 2 millones de votos es una total falacia que no lo cree todo el universo humano que labora en el Consejo Nacional Electoral, por cuanto el rector Luis Emilio Rondón lo puso en duda y aseguro que ese proceso tuvo “vicios de inconstitucionalidad”.

Duda acrecentada cuando  el presidente de Smartmatic, Antonio Mugica, advirtió, el miércoles 2 de agosto de 2017 que,  “sin lugar a dudas” hubo “manipulación” de los resultados,  por cuanto las cifras ofrecidas por la rectora del CNE no concuerdan con las que guardan las máquinas de esa empresa encargada de suministrar la tecnología a los procesos electorales venezolanos desde 2004. Según  Mugica,   el dato de la participación en la elección de la Asamblea Constituyente del domingo en Venezuela fue “manipulado” y la diferencia de sufragios podría ser superior a un millón de votos, afirmó el pasado miércoles el representante de SmartMatic, la empresa que suministró la tecnología de los comicios. Revelación que se refuerza con la información de la agencia de noticias Reuters, la cual asegura que en los documentos que manejan se muestra que en los 14 mil 515 centros de votación activados el 30 de julio en Venezuela, únicamente 3 millones720 mil 465 personas habían votado hasta las 5:30 de la tarde.

Los reportes de la Sala de totalización del CNE para el primer boletín indicaron que la cifra de participación totalizada oscilaba entre 6.750.000 electores y 6.900.00 electores. Sobre esta cifra Lucena agregó más de un millón de votos para poder decir que la participación fue superior a los 8,1 millones de personas, apunta Nelson Bocaranda en sus runrunes del martes primero de agosto de 2017, supuestamente para superar el número de votos obtenidos por la oposición en las elecciones parlamentarias de 2015 y en la consulta popular ejecutada el 16 de julio. Lo cierto es que los 8 millones y pico de electores no son creíbles cuando en los distintos recorridos por los diferentes centros de votación activados para esas elecciones, se pudo comprobar que no había votantes, sino una total desolación no propia ni tradicional en tiempo de elecciones en el país. Al parecer,  el silencio y la no participación de los venezolanos fue la mejor muestra de su desacuerdo con ese proceso viciado desde su convocación.

Lo cierto es que la elección de los constituyentes comunal de manera fraudulenta tampoco es reconocida por presidentes de 41 países del mundo occidental  y será la causante de la suspensión de Venezuela de Mercosur hasta que no se restablezca la democracia en esta nación. Igualmente, es la razón por la cual la presidencia de  Argentina le retire al presidente Nicolás Maduro la orden San Martín por violación de  los derechos humanos y que el Consejo Nacional Electoral no será convocado a la Reunión Interamericana de Autoridades Electorales,  a realizarse en Cartagena de Indias, Colombia, los días 26 y 27 de octubre de 2017.  Al respecto, Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos  resalta que  “un órgano electoral que ha demostrado estar al servicio de un régimen dictatorial no puede ser invitado a sentarse en la mesa de la democracia hemisférica”. “La parcialidad que ha caracterizado al CNE de Venezuela ha dañado las posibilidades de una salida democrática a la crisis. Lejos de ser un garante, ha manipulado resultados y vulnerado los derechos políticos de los venezolanos”.

Con esa elección constituyentista, el presidente Nicolás Maduro logra aislar a Venezuela del mundo, mientras que él, de forma individual, recibe fuertes sanciones y cuestionamientos del gobierno de los Estados Unidos, el cual lo ha catalogado como dictador. Un calificativo que al parecer no le preocupa al Jefe del Estado venezolano, sino que por el contrario lo aúpa a comportarse como tal. Será así que Nicolás Maduro, a través de la Asamblea Nacional Constituyente y las armas,  logrará la paz  tan anunciada en el país.




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