Es el primer triunfo de los lusitanos en el certamen. Foto EFE.

Bajo la jerarquía del defensa uruguayo Sebastián Coates, el Sporting obtuvo petróleo en su visita al Besiktas, en un duelo trascendental para el futuro de ambos clubes en la Liga de Campeones y que sacó adelante el cuadro portugués tras ganar 1-4.

Coates lo hizo prácticamente todo. Incluso, hizo los deberes que no están destinados a un jugador de su posición. Aparte de erigirse como una muralla inexpugnable en la zaga del Sporting, marcó dos de los tres tantos de su equipo con los que sujetó a sus compañeros en momentos clave del duelo.

Con un par de derrotas cada uno en el casillero y cero puntos después de las dos primeras jornadas del grupo C, no había más cabida para el error. Ninguno pudo sacar algo positivo frente al Borussia Dortmund y el Ajax, por lo cual tenían que puntuar sí o sí.

El Sporting, más controlador y eléctrico, se llevó el gato al agua en un duelo de ida y vuelta en casi todas sus fases. El conjunto portugués tuvo un punto más de cabeza que su rival y se llevó el partido a los puntos.

Precisamente, fue la cabeza de Coates la que se encargó de abrir el marcador a los 15 minutos, después de rematar un córner prolongado por Gonçalo Inácio. La alegría no le duró mucho al Sporting, que no pudo evitar la reacción del Besiktas. El cuadro turco, también de córner y con un cabezazo del canadiense Cyle Larin, subió el 1-1 al marcador en el 24.

Sin embargo, Coates salió al rescate para marcar en una jugada calcada: córner, prolongación de cabeza de Paulinho y remate del uruguayo, que despejó dudas con un segundo testarazo imperial, que no pudo salvar el portero Ersin Destanoglu.

Antes del descanso, el Besiktas intentó minimizar daños, pero se encontró con un inmenso Coates y con los contragolpes lanzados por Pablo Sarabia. El medio español dirigió las transiciones en ataque de sus compañeros y se llevó el premio del tercero después de transformar un penalti. Lo provocó Coates, que volvió a elevarse como un gigante para rematar un córner que golpeó en la mano del croata Domagoj Vida.

El 1-3 era demasiado para el Besiktas, que lo intentó en la segunda parte sin puntería. Sobre todo el belga Michy Batshuayi, que rozó el gol en un par de ocasiones. En una, mandó la pelota fuera por muy poco. En la otra, se encontró con el portero Antonio Adán.

Justo a tiempo para evitar apuros en el día en el que Coates rescató al Sporting, que aún tuvo tiempo para aumentar la renta. Después de dos disparos al palo, Paulinho, al tercer intento, acertó sobre la bocina con un golazo desde fuera del área. Al final, el 1-4 dio una vida extra a los hombres de Rubén Amorim, que sumaron sus tres primeros puntos en la Liga de Campeones.




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