Los colombianos se dieron cita en el Atanasio Girardot para honrar a los fallecidos/ Foto: AFP

Colombia honró este miércoles a las víctimas del accidente aéreo que dejó 71 muertos, casi todos del club de fútbol brasileño Chapecoense que iba a disputar la final de la Copa Sudamericana, mientras autoridades y expertos investigan qué motivó la tragedia.

Una de las causas más probables es que la aeronave BA Avro RJ85 se quedó sin combustible cuando se precipitó el lunes en la noche en un remoto paraje a 3.300 metros de altura, al aproximarse a su destino en el aeropuerto de Rionegro, a las afueras de Medellín.

«La aeronave no contaba con combustible al momento del impacto», dijo en rueda de prensa el secretario de Seguridad Aérea de la Aeronáutica Civil, Freddy Bonilla, quien sostuvo que el avión incumplió la normativa internacional que establece cierta cantidad adicional de gasolina para volar entre aeropuertos y que en caso de emergencia permite aterrizar en un destino alterno.

Las conclusiones sobre la causa del suceso no estarán antes de seis meses, dijo más temprano el director de Aerocivil, Alfredo Bocanegra.

El avión de matrícula boliviana de la empresa Lamia reportó estar «en falla eléctrica total» y «sin combustible» minutos antes de estrellarse con 77 personas a bordo, según una grabación difundida en medios colombianos, que fue calificada por las autoridades de «inexacta en los tiempos» y de no estar certificada.

«Señorita, Lima-Mike-India 2933 está en falla total, ¡falla eléctrica total, sin combustible!», dijo quien parece ser el piloto Miguel Quiroga a la torre de control, poco antes de las 22H00 locales (03H00 GMT) del lunes.

Una fuente militar aseguró a la AFP que seguramente fue la falta de gasolina lo que provocó el accidente del chárter que transportaba a la delegación del Chapecoense y periodistas desde Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), adonde habían viajado en vuelo comercial desde Sao Paulo.

«Es muy sospechoso que, pese al golpe, no hubiera habido explosión. Eso refuerza la teoría de la falta de gasolina», afirmó.

59 cuerpos identificados

Las cajas negras del avión, que volaba desde 1999, fueron halladas «en perfecto estado», según Bocanegra.

El embajador de Brasil en Colombia, Julio Glinternick, sostuvo que la investigación involucrará a todos los países relacionados con el accidente. «Va a haber una cooperación de las autoridades colombianas para identificar las causas», dijo a la AFP.

Técnicos británicos -por el origen del avión- y de la policía federal brasileña apoyarán las indagaciones, agregó.

El canciller brasileño, José Serra, llegó a Rionegro para interiorizarse sobre los sobrevivientes y el traslado de los cadáveres, de los cuales se han identificado 59: 52 de ciudadanos de Brasil, cinco de Bolivia, uno de Venezuela y otro de Paraguay.

Para el jueves se espera haber concluido el reconocimiento de los cadáveres, y en dos o tres días se espera repatriarlos todos, indicó Glinternick.

Los seis sobrevivientes, tres futbolistas, dos tripulantes y un periodista, están hospitalizados en clínicas cercanas a Rionegro.

Uno de ellos, el arquero Jackson Follmann, será operado este jueves «para determinar la evolución clínica de las lesiones de sus miembros inferiores», luego de que se le amputara su pierna derecha, en tanto otros están «en situación crítica, pero estable», según partes médicos. «El estado es delicado», señaló el embajador sobre los futbolistas.

El papa Francisco se mostró «hondamente apenado» por «la dolorosa noticia» y elevó oraciones por las víctimas.

El accidente acabó con las posibilidades de final feliz para el cuento de hadas que vivía el modesto Chapecoense.

«La ciudad está desangelada», contó a la AFP Aline Fonseca, una profesora de 21 años en la enlutada Chapecó (sur de Brasil), donde los 200.000 habitantes lloran a sus héroes.

«Corazón arrugado»

Wagner Lopes da Silva, un brasileño residente hace tres años en Medellín, se inscribió como voluntario de traducción tras el accidente y acompañó a autoridades de su país llegadas a la ciudad.

«Aquí estamos un poco reconfortados por el cariño de los colombianos», manifestó este universitario de 35 años con camiseta de Chapecoense.

Vestidos de blanco, con flores y pañuelos, más de 30.000 personas honraron a las víctimas en el estadio Atanasio Girardot, donde el pequeño club brasileño debía enfrentar este miércoles la final de la Sudamericana ante Atlético Nacional.

«Nuestro corazón está arrugado», dijo el DT del equipo ‘verdolaga’, Reinaldo Rueda, en el acto al que asistió junto al resto del plantel y autoridades locales e internacionales.

Por su parte, el canciller brasileño estalló en llanto ante las «expresiones de solidaridad». «Nos ofrece un gran consuelo», dijo.

Atlético Nacional, campeón de la Libertadores 2016, espera que la Conmebol responda a su propuesta de entregar el título de la Sudamericana al Chapecoense.

Medellín pospuso el inicio de la temporada decembrina, previsto para la noche de este miércoles con la prendida del alumbrado navideño. «No hay nada que celebrar», dijo el alcalde, Federico Gutiérrez.




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