Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
Ana Isabel Taboada respiró profundo y tuvo que hacer una pausa antes de comenzar. «Es muy difícil, se trata del quinto aumento salarial en nueve meses». Ella como presidenta de la Cámara de Comercio de Valencia sabe lo que pasará: «Muchos locales cerrarán sus puertas y otros tendrán que despedir a parte de su personal».
Es complicado precisar cifras en medio de tanta crisis económica continuada. Lo que sí es seguro es que los más de 500 establecimientos de la capital carabobeña se verán severamente afectados. Eso incrementará el número de 662 comercios que han cesado su actividad desde enero de 2014 hasta el 31 de julio de este año.
Mantener las estructuras de costos con los constantes incrementos salariales es cuesta arriba para el sector. «Cada uno tendrá que hacer sus consideraciones pero si la cuentas no les dan para seguir operativos, lamentablemente veremos muchas más santamarías abajo».
Los propietarios de los establecimientos aún evalúan como sortearán este nuevo problema. «Por ejemplo, en una lavandería si tienen dos planchadoras prescindirán de una de ellas o para nivelarse le incrementarán el sueldo a ambas pero no al encargado del negocio».
No hay noticias buenas entre los anuncios del presidente Nicolás Maduro de la noche del jueves. Taboada aseguró que con la fijación de precios de 50 rubros se incrementará la escasez en los anaqueles y solo se podrá adquirir a precios exagerados con los revendedores.
La escasez de efectivo es otro factor que va en contra de la actividad del comercio de bienes y servicios en la ciudad. «La mayoría de los consumidores hacen sus pagos con tarjetas de débito y crédito y hay muchas fallas en las plataformas tecnológicas que atrasan todos los procesos, ese ha sido un gran problema para nosotros».