La Asamblea Nacional (AN, Parlamento) de Venezuela comenzó este miércoles la sesión aplazada del martes en medio de un fuerte clima de tensión por una gran presencia policial que no permitió a la prensa acceder al Palacio Legislativo y dificultó el acceso a los diputados.
La sesión tiene como objetivo debatir la persecución que consideran que el Gobierno de Nicolás Maduro hace a los diputados y no se pudo celebrar ayer.
En la jornada de este martes, otro dispositivo policial mayor y más nutrido que el de este miércoles impidió entrar a los diputados y alegaron una alarma por un supuesto artefacto explosivo del que nunca dieron detalles.
El Palacio Federal Legislativo apareció este miércoles con otro fuerte despliegue a cargo de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB policía militarizada), con un alto número de funcionarios jóvenes.
Los funcionarios que ahora son responsables de proteger la AN fueron sustituidos, puesto que los anteriores guardias se sumaron al levantamiento militar del pasado 30 de abril que lideró el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como presidente interino.
Además, en la jornada de ayer la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) retiró a petición del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) el fuero parlamentario a cinco diputados opositores por su implicación en el alzamiento militar de hace dos semanas, por el que ya se sancionó con la misma medida a otros siete legisladores.
Los cinco sancionados son Freddy Superlano, Sergio Vergara, Juan Andrés Mejía, Carlos Paparoni y Miguel Pizarro.
Además, el presidente de la ANC, Diosdado Cabello, comentó que otros dos diputados señalados por el TSJ, Franco Casela y Winston Flores, no ejercen como titulares de curules y carecen de inmunidad.
El diputado Ángel Alvarado, que sustituye a Pizarro, mostró en declaraciones a periodistas antes de acceder a la sede del Legislativo "una solidaridad total y absoluta con Pizarro, Paparoni, Flores, Casela y todos los diputados que están siendo perseguidos".
"Los que está ocurriendo no es un golpe a los diputados principales o suplentes, es un golpe al pueblo", aseguró Alvarado.
En su opinión, las dificultades para que funcione la AN es "un crimen contra el pueblo" puesto que considera que sus miembros son "simplemente representantes del pueblo".