“El comportamiento social se define como toda conducta dirigida a la sociedad y que se estudia, sobre todo, desde el prisma de la Psicología, Biología o Sociología”. Montiel S.

Los venezolanos del siglo XXI viven súper ocupados haciendo casi nada. Explicación: el tráfico, el alto costo de la vida y la inseguridad, son los tres platos del día que los mantienen distanciados, incomunicados y auto secuestrados. En resumen, hacen lo imposible girando en un mismo círculo o lloviendo sobre mojado para lograr lo que sea posible.

La aglomeración de personas en las calles da la impresión de que el movimiento urbano es muy productivo, pero nada de eso es verdad. En los últimos veinte años la población de 20 millones ascendió a 27. Ese contingente humano se moviliza y desplaza a diario empleando los mismos espacios y los mismos canales públicos que se construyeron cinco o seis décadas atrás, por no decir que durante todo el siglo pasado. En los cuatro últimos quinquenios no se han inaugurado algunas arterias viales cónsonas con el incremento poblacional, pero el flujo de gente viaja por el túnel del tiempo y por el canal del embudo hacia el mismo torrente poblacional que atraviesa las grandes ciudades.

Pese a las lluvias constantes, a los intempestivos trabajos de mantenimiento de las obras públicas, y de los accidentes inesperados, la vida sigue su caos. La falta de liquidez monetaria y los servicios públicos gratuitos -que prestan una pésima atención al cliente- impulsan a mucha gente de a pie a salir a la calle e internarse en la selva de concreto y de hierros rodantes para contribuir con la congestión, la desesperación y al incremento de la inestabilidad emocional. Cada día el venezolano es más agresivo.

Todos estos factores más el fantasma de la super hiperinflación que acecha minuto a minuto, envuelven en una neurótica atmósfera colectiva que eleva cual huracán a la categoría de seres insociables, trayendo como consecuencia la presencia en todos los escenarios nacionales el comportamiento social negativo. Que conceptualmente es: “mal comportamiento o mala conducta suele designar al comportamiento o conducta, especialmente el comportamiento social, que se entiende malo, negativo, desviado o excesivo según los diferentes tipos de moral o religión que lo enjuicien y por diferentes causas objetivas o subjetivas: comportamiento antisocial”.

 

Tanto el comportamiento social negativo como el antisocial, puesto de manifiesto por los venezolanos como consecuencia de la cada vez más de la pésima calidad de vida que existe en todos los estratos de la sociedad nacional debido a las erradas políticas sociales establecidas, desarrolladas e implementadas por este régimen en las últimas dos décadas. En consecuencia, se hace necesario cambiar hacia un comportamiento social positivo. Que constituye el siguiente estilo actitudinal: “se entiende por conducta prosocial toda conducta social positiva con o sin motivación altruista. Como se ve, la definición incluye un aspecto conductual (alude a conductas) y otro motivacional (alude a motivaciones)”.

Comportamiento social o conducta social, en biología, psicología, sociología, es el comportamiento o conducta dirigido hacia la sociedad o que tiene lugar entre miembros de la misma especie (relaciones intraespecìficas).  Los comportamientos o conductas que se establecen como relaciones interespecìficas (como la depredación, el parasitismo o la simbiosis) involucran a miembros de diferentes especies y por lo tanto no se consideran sociales.

Mientras muchos comportamientos sociales intraespecíficos son parte de una comunicación (comunicación animal) -que en la Venezuela socialista el estilo comunicacional de los jefes de esta dictadura cada vez es más soez e impositivo- pues provocan una respuesta, o cambio de comportamiento del receptor, sin actuar directamente sobre él; la comunicación entre miembros de diferentes especies no se considera comportamiento social. La forma más original del comportamiento social es el lenguaje humano -el de este régimen es un lenguaje satánico-.

En sociología, «comportamiento» significa actividad similar al animal, desprovista de significado social o contexto social; en contraste con «comportamiento social», que tiene ambos. En una jerarquía sociológica, el comportamiento social es seguido por la acción social, que se dirige a otras personas y se diseña para inducir una respuesta cónsona con el estímulo inicial transaccional.

Pocos animales existen que sean tan sociales como el ser humano -esta condición el nuevo venezolano del Siglo XXI la ha perdido y, en su defecto en todos los escenarios donde actúa demuestra su estilo antisocial, extremadamente agresivo-. Se necesita de los demás para conocerse a sí mismos, mantener una salud mental equilibrada e incluso para sobrevivir. Las personas son seres completamente gregarios, esta virtud se ha perdido nacionalmente.

Para el polimata (este vocablo proviene del griego, concretamente de polymátheia, que etimológicamente quiere decir amplios conocimientos), el ser humano era un animal social cuya esfera privada era indivisible de la social, pues es en la sociedad las personas se forman moralmente, siendo ciudadanos y relacionándonos con el entorno. Estas características fundamentales del ser humano las han perdido el venezolano de esta Venezuela socialista, por tal motivo hay que cambiar ese estilo actitudinal por el comportamiento social positivo.

Hoy, la moderna Psicología toma de puntos de vista como el cognitivismo o el estudio de la personalidad para abordar el comportamiento en sociedad. Algunas de estas ópticas serán precisamente de lo que se explicará brevemente a continuación con la finalidad que el pueblo venezolano cambie hacia un escenario sano, saludable e integrador.

 

No se puede olvidar un aspecto clave del comportamiento social de los seres humanos: el lenguaje. Este se dibuja como la herramienta clave para que esto sea posible. También se mencionará algo de comunicación y de lenguaje no verbal más adelante.

Asimismo, la Psicología social estudia también las leyes y los “contratos conductuales” -se debería retomar el Manual de Urbanidad de Manuel A. Carreño, y transformarlo en un texto obligatorio en las aulas del subsistema educacional básico, sino que también debería ser un libro de obligatoria consulta en todos los hogares venezolanos- mediante los cuales se rige la convivencia y la internalización de las normas culturales.

El comportamiento social positivo tiene entre otros los siguientes componentes básicos: a) personalidad, constituida por los siguientes tres elementos: Neuroticismo, que indica la estabilidad emocional de una persona; Extraversión: éste es el rasgo que más interés denota a la hora de explicar el comportamiento social y Psicoticismo: es el nivel de impulsividad  -este componente el venezolano tiene el deber de eliminarlo o minimizarlo-  que una persona muestra hacia otras personas o hacia situaciones concretas, así como una tendencia a la asunción  de riesgo. A pesar de que se puede asociar esta dimensión a atributos negativos, b) Timidez: otro comportamiento social (aunque bien se podría llamarlo el “anti comportamiento social”) es la timidez, que se define como la sensación de inseguridad o incluso vergüenza que una persona siente ante situaciones sociales generalmente nuevas (aunque también se puede experimentar timidez en contextos que no nos son novedosos); c) colectividad y en masa, otro fenómeno estudiado por la psicología social es el relacionado con el comportamiento en masa o cuando conformamos un colectivo ¿se optimizan las fuerzas? ¿hay una sinergia positiva o resulta ser todo lo contrario? y d) El lenguaje: la herramienta esencial. Bien se sabe que la base para que se dé el comportamiento social es, ni más ni menos, el lenguaje, gracias al cual se puede transmitir mensajes complejos o intencionalidades.

El venezolano tiene la obligación de atender y cambiar los cuatro literales mencionados en el párrafo anterior, tendente a eliminar su comportamiento social negativo y establecer de una forma definitiva el comportamiento social positivo, con una gran visión de futuro y de cambio hacia una Venezuela libre y democrática.

 




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.