La ONG Foro Penal en Carabobo exigió la liberación de 29 presos políticos en la entidad con un pancartazo, bajo la mirada de la estatua de la Libertad (La Peregrina) en la urbanización Prebo de Valencia.
Una decena de familiares sostuvieron una bandera tricolor y carteles con fotografías de sus consanguíneos, en una protesta silente que transcurrió pacíficamente. “Exigimos una Navidad en libertad, sin presos políticos, porque muchos de quienes están acá tienen años sin ver a sus padres, hijos y hermanos encarcelados injustamente por la opresión del gobierno de Nicolás Maduro”, reclamó Luis Armando Betancourt, coordinador regional de Foro Penal.
Sin contacto
Para los manifestantes lo más difícil de la situación es lidiar con la incertidumbre al no tener contacto alguno con sus familiares. La pro ocupación se agudiza en medio de la pandemia por COVID-19 y la crisis sanitaria que atraviesa el país.
“Llevamos diez meses sin verlo, tras las pedidas adoptadas por la cuarentena, supuestamente para proteger la salud de los detenidos, pero sabemos que no han servido de nada porque también se han enfermado de coronavirus”, indicó Romel Acevedo, hijo de José Acevedo, recluido desde el 27 de enero del 2019.
Romel piensa con tristeza e impotencia que estas serán las segundas navidades en las que no podrá compartir con su padre, mientras playas y discotecas ya se encuentran abiertas. “Lo que más queremos es estar con él, pasar la Navidad juntos, que sea liberado y que cesen las violaciones a sus derechos”.
Otros familiares les llevan comida y medicamentos a sus presos sin la certeza de que los funcionarios carcelarios realmente se las están haciendo llegar. “Ahorita para nosotros es muy difícil el traslado debido a la escasez de gasolina sin embargo hacemos siempre el sacrificio de ir, pero desconocemos el estado de salud en que encuentran. Ni siquiera sabemos si están recibiendo los insumos”, comentó Janelys Saldivar, esposa de Jorge Alayeto, recluido político desde 2017.
A Carmen González de Garbi la invade una amarga melancolía. Su hijo tiene cinco años y seis meses privado de libertad y sin inicio de juicio. “He pasado todas estas navidades con una profunda tristeza por no tener a mi hijo conmigo y por ver cómo se violan tanto sus derechos como los de su familia que no ha podido verlo”.
Tarde o temprano, justicia
Betancourt reiteró su llamado a las autoridades para que abran las cárceles y cesen las transgresiones a los presos político. “Le recomendamos a Maduro que recapacite, Las violaciones de los derechos humanos en Venezuela y cualquier parte del mundo son imprescriptibles. Tarde o temprano esos funcionarios que hoy tienen encerradas a estas personas inocentes, mañana serán sancionados”.
