Las peleas entre los prestadores del servicio de transporte y los usuarios son diarias. El motivo principal es el cobro de 300 bolívares por el pasaje, que autorizó el Gobierno Nacional desde el 8 de mayo en las rutas suburbanas, y que la mayoría de los pasajeros no quiere pagar porque le parece excesivo. Cinco municipios conforman la Gran Valencia por lo cual no debería cobrarse una tarifa de ruta suburbanas en los pasajes que cubren esas localidades.
La Ley de Tránsito y Transporte Terrestre establece en su artículo 145, que las alcaldías son quienes deben fijar las tarifas del transporte público, en el primer trimestre del año. Por lo general esto se decidía una vez escuchada la posición del sector transporte y de los consejos comunales, a través del comité de usuarios.
Esto se venía cumpliendo hasta el primero de marzo de este año, cuando el pasaje en la Gran Valencia quedó establecido en 150 bolívares, el cual debería incrementarse en mayo a 200 bolívares.
No obstante el ministro de Transporte Terrestre, Ricardo Molina, fijó nuevas tarifas para las rutas suburbanas en la Gaceta número 6297, en la cual se incluyó a la Gran Valencia, sin tener esta condición. Fue así como el pasaje quedó en 300 bolívares a partir del 8 de mayo.
Por supuesto que los conductores de las distintas rutas no se iban a acoger a la tarifa de 200 bolívares, sino a la de 300. Sin embargo este precio no lo aceptan los usuarios y por eso se forman los problemas. Algunos conductores son conscientes y aceptan 200 bolívares y hasta 150, pero hay otros que en forma altanera exigen el pago de 300 bolívares.
Este monto solo deben pagarlo los que van de un municipio a otro, pero la mayoría de los choferes lo exigen sin que se cumpla este requisito. En las unidades tienen una copia de la gaceta, donde lo único que se puede leer a simple vista, son los 300 bolívares.
La gaceta en referencia también establece que los prestadores del servicio de transporte deben tener un trato cortes y respetuoso con los pasajeros. Además se les obliga a cumplir las rutas y a mantener bajo el volumen de los equipos de sonido, pero la mayoría no cumple con estas normas.
La decisión ministerial también establece que las unidades deben estar en buenas condiciones, pero en muchos casos esto está lejos de cumplirse.
Orlando Morales, usuario de Unión Las Agüitas, sostiene que los choferes de esta línea son los más abusadores. Según dijo, los colectores se paran en la puerta y no dejan subir a los usuarios hasta que pague los 300 bolívares. A los estudiantes y personas de la tercera edad les dan malos tratos. Para completar avisan que solo llegarán hasta la calle Comercio, con lo cual dejan inconclusa su ruta.
Varias camioneticas con ruta hasta Naguanagua, a tempranas horas de la mañana solo llegan hasta la redoma de Guaparo, pero exigen los 300 bolívares. Si van de Naguanagua para Valencia, los colectores advierten que solo llegan hasta la avenida Cedeño.
Irma de Casadiego estima que el Ministerio de Transporte Terrestre debería fiscalizar el cumplimiento de las rutas, porque los usuarios se ven en la obligación de pagar hasta tres pasajes para llegar a sus hogares o sitios de trabajo, lo cual representa una gran erogación de dinero.
COMISION TRANSPORTE
El presidente de la Comisión de Transporte del Concejo Municipal de Valencia, Jaime Torres, informó que esa instancia está realizando un estudio sobre las nuevas tarifas del pasaje. Para ello fue interpelada la presidenta del Instituto Autónomo Municipal de Tránsito y Transporte, Isandra Villegas, quien según dijo se comprometió a realizar una asamblea con participación de las partes interesadas en el tema, pero a la fecha no se ha realizado.
Torres precisó que en la asamblea no sólo se debe tratar el tema de las tarifas, sino también todo lo relacionado con la prestación del transporte, incluyendo a los llamados charleros, pues se ha determinado que en algunos casos cometen hechos delictivos en las unidades.
