El Congreso argentino convirtió en ley este miércoles el Presupuesto 2018 que contempla un crecimiento de 3,5% y una inflación de 15,7%, y aprobó una reforma tributaria que por primera vez grava la renta financiera.
Con 54 votos a favor y 14 negativos, el Senado aprobó el proyecto de Presupuesto que ya contaba con el visto bueno de la Cámara de Diputados.
El presupuesto prevé un crecimiento anual de 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB), un déficit fiscal de 3,2%, un aumento del 12% para la inversión y una inflación anual promedio de 15,7%.
En tanto, prevé que la moneda se mantenga por debajo de los 20 pesos por dólar, a 19,3 pesos. Este miércoles el dólar se compraba a 18,77 pesos por dólar en el mercado oficial.
Los otros proyectos debatidos fueron la prórroga del llamado impuesto al cheque, que se extenderá hasta 2022, así como la de los impuestos a las Ganancias, Bienes Personales y Monotributo.
En la misma sesión, el Senado aprobó la reforma tributaria por 52 votos favorables y 16 en contra.
La iniciativa impulsada por el gobierno de Mauricio Macri reduce el impuesto a las ganancias corporativas (del 35% al 25% en cinco años) y prevé devoluciones a cambio de inversiones.
También fija un mínimo no imponible para contribuciones patronales y se gravarán por primera vez los dividendos por depósitos bancarios y bonos soberanos.
Las reformas serán graduales y en un plazo de cinco años.
«Queremos bajar el déficit fiscal, pero también continuar reduciendo impuestos. El costo fiscal de la reforma es de 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB)», explicó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, al presentar el proyecto en noviembre.
