Como una consecuencia de la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC, éste miércoles el Congreso del vecino país aprobó la primera Ley. Se trata de la Ley de Amnistía para ésta organización guerrillera y el tratamiento penal diferencial para militares.
Para el senador Armando Benedetti, ponente de la iniciativa, lo más importante es que bajo estos beneficios no estarán cobijados quienes sean responsables de delitos de lesa humanidad, con causa y en ocasión del conflicto armado interno.
Consideró que era urgente su aprobación no solo para tranquilidad de los colombianos, sino para que aquellos guerrilleros rasos incursos en delitos políticos, resuelvan su situación jurídica y asuman sus cargos los responsables por delitos de lesa humanidad.
La ley tiene revisión automática de la Corte Constitucional y queda en manos de la guerrilla elaborar un listado de quiénes se pueden acoger a la Ley de Amnistía al no estar comprometidos en delitos como genocidio, desaparición forzada, secuestro o violación.
La nueva ley también crea un sistema de tratamientos penales especiales para los agentes del Estado que saldrán de la cárcel y en algunos casos específicos podrían incluso volver al servicio activo.
El gobierno ha dejado claro que en cuanto a los falsos positivos, los uniformados involucrados tendrán que ir a la JEP y allí se revisará su caso para determinar si hay competencia y cuál sería la sanción.
Sobre el narcotráfico también se reitera que el nuevo tribunal especial de paz revisará caso por caso para determinar si el guerrillero involucrado recibe o no beneficios dependiendo de las condiciones bajo las cuales haya cometido el delito.
Se estima que más de cinco mil militares se verían beneficiados y más de 1.200 saldrían de las cárceles bajo la figura de la libertad condicionada.
