El presidente de la Confederación Venezolana de Industriales, Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga, dijo hoy que en el último año han cerrado 700 empresas en el país petrolero y que “solamente quedan unas 2.500”, una situación que atribuye a las políticas económicas del gobierno de Nicolás Maduro.
“Producto de esta coyuntura nos damos cuenta de que hay una cantidad muy importante de empresas que cerraron con respecto al año pasado, por el orden de las 700 empresas”, dijo Olalquiaga a la emisora privada Unión Radio.
Agregó que este cierre de 700 empresas y que ya queden “cerca de 2.500 solamente” es una manifestación “muy clara” de las políticas económicas del Gobierno que han causado la “destrucción” de las cadenas de industrialización.
Dijo que las medidas que tomó Maduro en agosto pasado y que incluyen la multiplicación por 35 del salario mínimo y el aumento de los impuestos “causaron una profundización de la inflación, una profundización de la descapitalización de las empresas y una profundización del entorno de controles”.
Indicó además que Venezuela ha pasado a ser un país que importa y ensambla debido a esa pérdida de la cadena de industrialización y que para recuperarla se deben eliminar los controles que ha impuesto el Gobierno, así como los mecanismos cambiarios que impiden el acceso a la materia prima.
No obstante, aclara que una parte de las empresas que ha cerrado lo ha hecho “no por falta de materia prima o por controles, sino por falta de mercado, por el empobrecimiento tan dramático que ha causado la hiperinflación” en Venezuela, una situación que ya cumplió un año y que ha llevado a la pulverización del salario.
Según cálculos del Parlamento, de mayoría opositora, la inflación en Venezuela -que se estima entre 3 y 4 % por día- cerrará el año en un millón por ciento, mientras que el FMI calcula que el 2019 terminará con 10 millones por ciento.
“Así que si das materia prima pero no quitas la hiperinflación y no quitas el empobrecimiento, es decir, no recuperas, no tomas las medidas que tiendan a recuperar el poder adquisitivo de los consumidores, pues no sacas nada, así que tienes que tomar unas medidas que son muy transversales a toda la economía”, dijo.
Asimismo indicó que aunque se recuperen estos factores, existen otros obstáculos para el buen desarrollo industrial como la fallas en los servicios de electricidad y la crisis en las industrias fundamentales.
“Hay que tener una segunda etapa que es reconstruir empresas que fueron tomadas por el Estado que están inoperativas o sectores como el eléctrico, el siderúrgico o el cementero que fueron tomados por el Estado y fueron destruyéndose y eso es un poco más largo, se necesitarían entre 2 y 5 años para poder recuperar eso”, apunta.
A todo ello hay que añadir una mejora general del “entorno” y que pasa por mejoras a la infraestructura industrial, el retorno al país de personal calificado y la mejora de las universidades para producir más técnicos y profesionales lo que generaría la confianza para atraer a los inversionistas.
“Tenemos que tener unos gobernantes muy distintos a los que tenemos ahora, los gobernantes que tenemos ahora nos trajeron a esto”, asegura el portavoz de la confederación de industriales.