El incremento del dólar paralelo que ha obligado a los comerciantes a reconsiderar los precios y las constantes fiscalizaciones de la Superintendencia de Precios Justos (SUNDDE) anuncian un 2017 difícil para el comercio.
Franco Cafoncelli, director de Consecomercio, señala que los empresarios sienten incertidumbre ante el venidero año. “El mensaje es que aquí no se salva nadie, que no hay Estado de derecho”.
Cafoncelli aseguró que a todos los comerciantes los afecta por igual. “No sabemos quiénes van a aguantar hasta enero”, a su juicio lo que viven las empresas en este momento será insignificante comparado a lo que podría avecinarse el próximo año si no se genera un cambio.
En este sentido, criticó la falta de una forma lícita de adquisición de divisas para el sector privado. “¿Quiénes son los que reciben dólares a Bs. 10?, siempre nos preguntamos en las cámaras”. El escenario empeora los altos niveles de desabastecimiento y escasez registrados en el país y resta cada día más puestos de trabajo.
Para solventar la situación, los miembros de Consecomercio proponen la eliminación de controles, un mecanismo que no ven posible durante esta gestión, pues en reiteradas ocasiones han puesto la posible solución sobre la mesa y en todas, han sido ignorados.