El militar venezolano Igbert Marín Chaparro, un teniente considerado preso político, cumplió este martes 50 días en huelga de hambre para exigir respeto a sus derechos, entre los que se encuentran poder recibir llamadas de sus familiares, informó la ONG Control Ciudadano.
La organización indicó, en una nota de prensa, que Marín -detenido desde marzo de 2018 en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), en Caracas- culminará la huelga de hambre cuando se cumplan cuatro requisitos, como salir al patio del centro carcelario para tomar sol.
Asimismo, exige que se le permita hacer actividades de redención de pena, periodicidad en el derecho a hacer llamadas telefónicas a sus familiares, así como el traslado a la cárcel militar de Ramo Verde, "tal como fue dictaminado por los tribunales militares competentes".
La madre del teniente, Nelly Chaparro, indicó, de acuerdo con la nota de prensa de la ONG, que pudo visitarlo el pasado 16 de diciembre, cuando notó "rasgos de deterioro físico", producto de la huelga de hambre.
"Se sigue desestimando la acción (la huelga) porque lo ven inquebrantable, pero no hay cuerpo que aguante por tanto tiempo", señaló Chaparro.
Garantías vulneradas
El pasado 1 de diciembre, la abogada de Marín y miembro de la ONG Foro Penal, Stefania Migliorini, afirmó a EFE que al teniente se le están violando sus "garantías constitucionales cada día más".
Migliorini recordó que, en diciembre de 2021, el teniente mantuvo una huelga de hambre por 16 días, la cual levantó gracias a un acuerdo entre el Estado venezolano y organismos internacionales como Naciones Unidas y la Cruz Roja.
Agregó que el militar retomó su huelga de hambre porque los acuerdos iniciales solo se cumplieron por dos meses.
Marín Chaparro fue detenido en marzo de 2018 bajo acusaciones de liderar un complot contra el Gobierno de Nicolás Maduro. EFE