Por lo menos para sus familiares, el control de la zona para obtener los mejores peces es el móvil que cobra mayor fuerza, en el caso de la muerte de los cuatro hermanos pescadores, ocurrida el pasado miércoles en el Lago de Valencia.
Familiares y amigos de los cuatro jóvenes le dieron su último adiós este sábado en el cementerio Campos de Paz, luego de realizar el acto velatorio en el barrio Alí Primera de San Joaquín, donde residían.
Como se recordará los hermanos Wilfredo Banda Rivero, de 20 años, Wilmer Banda Rivero, de 21, Wilson Banda Rivero de 23 y Wildemar Banda Rivero de 25, fueron asesinados a tiros por cuatro encapuchados, para evitar que siguieran pescando en la zona del lago donde se consigue mayor cantidad de peces.
Allegados a la familia Banda Rivero indicaron que los hermanos eran muchachos sanos y trabajadores. Lamentaron la manera en que fueron asesinados y exigieron justicia en el caso. Piensan que sus asesinos los conocían, porque se taparon el rostro el día que cometieron el hecho.
La hermana de los jóvenes expresó que estos llevaban más de 10 años dedicados a la pesca. Relató que desde el miércoles a las 8:00 de la mañana, salieron a pescar como solían hacerlo. De acuerdo con lo que le contaron dos jóvenes que lograron escapar con vida, los encapuchados les habían pedido que se retiraran del sitio, pero los Banda Rivero desestimaron la petición y siguieron pescando.
Al poco tiempo regresaron y bajo amenaza se subieron a su bote. Los sometieron y le dispararon uno a uno. Los otros dos muchachos se lanzaron al agua y pudieron escapar.
El sepelio de los pescadores tuvo como característica, un vehículo con varias torres de miniteca con vallenato a todo volumen. Había mucha gente.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), están tras la pista de los responsables del cuádruple homicidio.
