Uganda ha llevado a cabo una respuesta ejemplar. Las autoridades sanitarias y sus socios, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud fueron capaces de detectar y controlar la expansión de la enfermedad del virus de Marburgo en pocas semanas, según afirmó en un comunicado Matshidiso Moeti, directora general de la OMS para África.
El ministro de Salud de Uganda notificó a la OMS del brote el 17 de octubre, después de que los test de laboratorio confirmaran la muerte de una mujer de 50 años a causa del virus de Marburgo.
Se estableció un centro de operaciones de emergencia y se activó un plan de emergencia.
Tres personas murieron durante el brote, y las autoridades hicieron un seguimiento de 316 personas cercanas a los pacientes para identificar la posibilidad de nuevos contagios.
El último caso mortal de esta enfermedad en Uganda se había producido en 2014, con una sola víctima.
La fiebre de Marburgo es tan mortífera como el ébola, y ha acabado con la vida de más de 3.500 personas en varios países de África occidental.
Es causada por el virus de Marburgo, de la familia filoviridae, la misma a la que pertenece el ébola.
Al igual que el ébola, provoca hemorragias repentinas y puede producir la muerte en pocos días, con un período de incubación de 2 a 21 días y una tasa de mortalidad de entre el 24 % y el 88 %.
Los murciélagos de la fruta son los huéspedes naturales de este virus, que cuando es transmitido a los humanos puede ser contagiado mediante contacto directo con fluidos como la sangre, saliva, vómitos u orina.
La enfermedad, para la que no hay vacuna ni tratamiento específico, fue detectada en 1967 en la ciudad alemana de Marburgo -de ahí su nombre- por técnicos de laboratorio que resultaron infectados cuando investigaban a monos traídos de Uganda. EFE
