Corea del Norte dice que podría lanzar un misil balístico intercontinental «en cualquier momento», aun cuando Pyongyang parecía estar ofreciendo a Donald Trump una vía para futuras conversaciones.
Las tensiones en la península coreana han aumentado considerablemente desde que Kim Jong-un dijo en su mensaje de año nuevo que el país estaba a punto de probar un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés) con capacidad nuclear que podría alcanzar cualquier parte de Estados Unidos.
En una declaración el domingo, un portavoz del ministro de Exteriores de Corea del Norte dijo que «Estados Unidos tiene toda la culpa» del desarrollo de su programa de misiles.
También el domingo, en declaraciones a Meet the Press, de NBC, el secretario de Defensa, Ash Carter, calificó la declaración de Kim como una «amenaza grave» y dijo que Estados Unidos derribaría cualquier misil dirigido contra el país o contra un aliado.
China y Corea del Sur advirtieron el lunes que una prueba podría dar lugar a nuevas sanciones.
«Si Corea del Norte no tiene en cuenta nuestra advertencia y lanza un misil balístico intercontinental, se enfrentará a sanciones y presiones más potentes y completas por parte de la comunidad internacional», dijo el portavoz del Ministerio de Defensa de Corea del Sur, Moon Sang-Gyun.
Las estrictas sanciones internacionales han fracasado hasta ahora en el intento por evitar que Pyongyang desarrolle su programa nuclear.
¿Conversaciones con Trump?
A raíz de la amenaza nuclear en el discurso de año nuevo de Kim, Trump tuiteó que eso no sucedería.
«Corea del Norte acaba de declarar que está en las etapas finales de desarrollo de un arma nuclear capaz de alcanzar partes de EE.UU. ¡No va a suceder!», tuiteó Trump.
