En menos de 10 minutos Ivan Perisic pasó de héroe a villano en la final del Mundial de Rusia de 2018. Primero, igualó las acciones al minuto 28 al sacar un remate potente de pierna zurda luego de una jugada preparada a raíz de un tiro libre, pero pocos instantes después fue el protagonista en un escenario donde sentenciaron pena máxima por una mano dentro del área.
La acción debió revisarse en el VAR, debido a que en un primer momento el árbitro Pitana no observó la irregularidad en un tiro de esquina. Antoine Griezmann fue el encargado de convertir desde el punto penal al 38 y devolver la ventaja a Francia.