El abogado defensor de derechos humanos, Rafael Narváez, afirmó que los cuerpos de seguridad sólo son usados como escudos armados en contra de los reclamos de la población.
La proliferación de cuerpos policiales en el país sin ninguna formación, falta de pericia y escasa inducción de un plan de inteligencia, sigue colocando a la ciudadanía en un alto grado de indefensión dándole luz verde de actuación a el hampa común y la delincuencia organizada, añadió.
Expresó que los cuerpos de seguridad del Estado, por la falta de supervisión y evaluación de sus superiores, siguen desviando su verdadera función policial para convertirse en adversarios de la sociedad, montando alcabalas fantasmas con vestimenta al margen de la ley para “la matraca, el rebusque y extorsión contra los ciudadanos” que transitan en vehículos, motos y transporte en general.
Narváez alertó el riesgo que corre la ciudadanía sobre el comportamiento de los cuerpos de seguridad como la FAES, la GN, el Sebin y el Dgcim. “Estos cuerpos no tienen miramientos para violar sistemáticamente los derechos humanos con total impunidad”.
Estamos en presencia del mayor grado de descomposición de los cuerpos de seguridad, su prepotencia, altanería, abusos de poder, actuación con amenazas, el despojo de alimentos, extorsión, matraca, retención de documentos intransferibles y levantamiento de actas policiales al margen de la ley obligan al Estado establecer una profunda revisión e investigar y procesar penalmente a los responsables de estos abusos sin límites, cometidos por estos funcionarios policiales, sentenció.