Entre represión, allanamientos ilegales, detenciones arbitrarias y un asesinato, se cumplieron las primeras 12 horas del paro cívico nacional y trancazo en los municipios de la Gran Valencia.
En la entidad, la convocatoria de la Mesa de la Unidad Democrática inició puntual. Aunque muchas calles de Valencia, Naguanagua y San Diego ya estaban cerradas antes de las 6:00 a.m., hora en la cual estaba pautada iniciar la actividad.
El llamado se cumplió, todo se paralizó. El transporte público y los comercios se sumaron. En la avenida Bolívar Norte y el Centro de de Valencia, las santamarias no abrieron. Esto se repitió en el resto de las jurisdicciones.
La afluencia de vehículos particulares en la mañana fue poca. En la tarde, nula. Los carabobeños que se vieron en la obligación de movilizarse lo hicieron caminando, en moto o metro, único sistema de transporte público que prestó servicio.
REPRESIÓN
La represión por parte de los cuerpos de seguridad del Estado comenzó a las 12:57 del mediodía. Nuevamente la urbanización El Tulipán de San Diego se convirtió en blanco de la violencia en Carabobo. Luego, los ataques se replegaron en todos el estado.
El primer caído producto de las acciones represivas de la GNB fue Andrés Uzcategui, quien murió por el impacto de una bomba lacrimógena en el pecho.
Los heridos y detenidos suman más de medio centenar en la región pero reprimir, allanar y detener son verbos a los que los carabobeños ya no le temen. En la calle, con determinación, están decididos a cumplir las 24 horas de un paro y trancazo que culmina a las 6:00 a.m. de este viernes.
Con reporte de Kevin Arteaga