La Corporación Venezolana de Guayana (CVG) dejó desatendido a la mayoría de los trabajadores de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), en cuanto a salud respecta. Todo ello, en medio de la disminución de producción que ha tenido la empresa en los últimos años.
Cabe destacar que, los beneficios contractuales que tenían los trabajadores se fueron a la baja, en especial la póliza de hospitalización, cirugía y maternidad (HCM).
El delegado departamental de Sidor, César Soto, mencionó que solicitar atención médica se ha convertido en un proceso burocrático, en el cual solo se atienden a un 8% de los empleados en las clínicas, privilegiando a quienes están en el plan de contingencia.
Los sidoristas tienen que constantemente denunciar en redes sociales o rogar a algunos directivos, para que puedan aprobar los recursos y se les preste atención hospitalaria.
Aunque en algunos casos sí atienden a los afectados, Soto manifestó que es muy lenta las respuestas por parte de la CVG y Sidor, puesto que una persona puede pasar hasta cinco días esperando su atención.
Actualmente, la empresa tiene una data de alrededor de 30 trabajadores que han muerto desde enero, luego de ser rechazados en algún centro privado por la morosidad de la estatal. “Muchos fueron rechazados en las clínicas y murieron regresando a sus casas”, aseveró.
El representante de la Comisión Paritaria de Higiene y Seguridad, Frank Oliveros, declaró que de los más de los 86 mil asegurados que tiene la estatal, no se está atendiendo ni siquiera al 20%.
Según Oliveros cuando la empresa corre con los gastos de medicinas, operaciones o consultas médicas, no lo hace de forma completa, lo que ocasiona que trabajadores no reciban todos los tratamientos correspondientes.
La centralización
En 2016, tras la imposición de un controvertido contrato que jamás fue difundido, Sidor creó un método autogestionado llamado Fondo Autoadministrado de Salud del Ministerio del Poder Popular de Industrias Básicas, Estratégicas y Socialistas (Fasmibes), en sustitución de la póliza de salud.
Esta medida generó una huelga de hambre en la siderúrgica. Dirigentes sindicales negaron que la misma estuviese en los acuerdos suscritos en 2014 y que desmejoraba las condiciones de los más de 86 mil afiliados.
No obstante, la grave situación de Sidor y de las empresas de Guayana no terminó allí, ya que en 2018 llegó el punto de quiebre. El 25 de julio del mismo año, bajo el mandato del presidente de la CVG, Pedro Maldonado, se anunció unos parámetros para aumentar la centralización y dejar de lado las necesidades de los trabajadores.
Esto según el documento, buscaba la incorporación de mecanismos novedosos y cada vez más eficientes de gestión de nuestros recursos naturales.
Sin embargo, tenía como fin centralizar las atribuciones, gestiones o procedimientos en determinadas empresas, en órganos de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), o en unidades de gestión o administración de ésta.
“De ahí todo se vino abajo”, expresó Pablo Mantilla, coordinador de la Comisión de Salud del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y sus Similares (Sutiss).
Para febrero del 2020 denunció que, según los cálculos del sindicato, habían muerto un aproximado de 100 trabajadores jubilados y activos, desde mayo de 2019 a la espera del servicio de hospitalización, cirugía y maternidad (HCM).
Hasta la fecha, se desconoce el número de muertos desde el mes de enero, dado que la mayoría de los trabajadores fueron sacados de la estatal por la pandemia y se mantienen con las tarjetas de acceso inhabilitadas. Se presume que, hay cerca de 2.500 solicitudes de operaciones que no han sido atendidas en aproximadamente año y medio.
Con información de Correo del Caroní
 dejó desatendido a la mayoría de los trabajadores de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), en cuanto a salud respecta. Todo ello, en medio de la disminución de producción que ha tenido la empresa en los últimos años.){kind=link}