El baloncesto de mujeres regresó con éxito a los tabloncillos de Venezuela y tiene nuevo campeón. El DANZ alzó la copa de la primera edición de la Superliga Femenina al vencer este domingo 60-48 Caribeñas de Caracas en el segundo duelo de la Gran Final.
Líder en Deportes reseñó que el gimnasio Joaquín Papá Carrillo se vistió de gala para recibir el compromiso, que puso fin a cinco semanas de una intensa competencia.
Ivanney Márquez, la homenajeada del torneo, presentó el balón junto a las capitanas Ignalit Blanco (Caribeñas) y Yurkia Gallardo (DANZ) para dar paso al salto entre dos.
Decididos a ganar, el DANZ saltó con agresividad al tabloncillo y sacó provecho a su altura para ponerse adelante con un contundente primer parcial de 19-5. Pérez y Rosibel Mendoza comandaron el ataque oriental en las primeras de cambio.
En el segundo periodo, las capitalinas –aupadas por una inmensa multitud- se vieron mucho mejor y lograron dominar ese tramo (17-11) para acortar distancias y llegar al medio tiempo abajo solo por ocho puntos (30-22).
Mucho tuvo que ver en esa reacción Vanessa Sánchez, con 11 puntos en la primer mitad, ocho de ellos en el segundo cuarto.
Para el tercer cuarto, Waleska fue letal desde todos los escenarios, en la pintura, desde la línea de tres y también en los tiros libres. Bajo su guía, el DANZ logró ampliar su ventaja a 46-33 de cara a los últimos 10 minutos.
Caribeñas no dejó de insistir, pero la inefectividad en los tiros les costó muy caro.
Y en el último periodo esa dinámica se mantuvo exactamente igual. Las capitalinas generaron oportunidades, amarraron ese cuarto (15-14), pero se quedaron cortas en su afán de forzar un tercer y decisivo encuentro.
Waleska terminó con 25 puntos, 13 rebotes y siete asistencias. Rosibel Mendoza y Yosimar Corrales la secundaron con 14 y 10 unidades, respectivamente. Por Caribeñas, en tanto, la mejor fue Vanessa Sánchez con 18 puntos y ocho rebotes.
Waleska Pérez: Indiscutible MVP
Con un dominio absoluto del juego, Waleska Pérez dominó el torneo de principio a fin. Fue la piedra angular del éxito oriental en la fase regular y resultó determinante para sellar el título.
En dos juegos, la escolta completó un total de 75:29 minutos de juego, en los que anotó 55 puntos, capturó 31 rebotes y firmó 18 asistencias.
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