Abril es el mes de la concienciación sobre el ruido y queremos cerrar este ciclo compartiendo algunas curiosidades que podrían motivarnos a evitar la generación y exposición al ruido.

  • Según diversos estudios, el ruido afecta la presión arterial en 24% de las personas expuestas. Eleva el colesterol en 28%, mientras que produce dificultades auditivas en 12%.
  • En la antigua Roma, el castigo por alterar el orden y el silencio era la cárcel e incluso, hasta la muerte. Además, estaba prohibida la circulación de caballos y carretas por la ciudad para evitar la generación del ruido.
  • La Unión Europea (UE) estima que los países pierden anualmente el 0,1 por ciento de su producto interno bruto (PIB) por culpa del ruido y de los trastornos físicos y psicológicos que ocasiona en las personas.
  • España es el segundo país con mayor nivel de ruido del mundo, detrás de Japón.
  • Buenos Aires lidera las ciudades con ruido en Latinoamérica.
  • El ruido que se percibe en ciertas zonas de la capital panameña supera los límites establecidos a nivel internacional.
  • El ruido influye de forma negativa sobre la naturaleza, alterando el hábitat de determinados animales y aves. Por ejemplo, ciertas variedades de murciélagos no pueden cazar al desorientarse debido a este tipo de polución.
  • La fauna marina también sufre las consecuencias de los ruidos generados por las actividades humanas.
  • Según un estudio del Centro Nacional de Sí­ntesis Evolutiva de Carolina del Norte (EE UU), a los árboles también les perjudica el ruido. Los expertos dispersaron semillas de pino en áreas con contaminación acústica y otras sin ese problema. El número de semillas germinadas resultó menor en áreas donde abunda la contaminación acústica.
  • En 1883 se registró el ruido más fuerte que se ha escuchado en el planeta. Fue el 27 de agosto de 1883, tras la erupción del volcán Krakatoa con una fuerza de 100 megatones, escuchándose hasta 5,000 km de distancia.
  • -El ser humano no es capaz de soportar el silencio absoluto.Al parecer cuando se elimina por completo el sonido de una estancia, el oi­do del ser humano hace todo lo posible por localizar una fuente de sonido, lo que hace que su propio cuerpo se convierta en generador de todo el sonido de la estancia. Asi aquellos que han vivido la experiencia de permanecer en una cámara anecoíca durante un tiempo prolongado comienzan a escuchar los sonidos de su respiración, los latidos de su corazón y hasta de sus tripas, lo que puede llevar a que la mente a la locura o que pueda perder el control e incluso puede provocar efectos en el equilibrio. El máximo soportado por una persona fue de 45 minutos.

 

Ya hace más de un siglo se percibía el ruido como un problema. En 1880 Robert Koch expresó: Algún día el hombre tendrá que combatir el ruido de forma implacable como ha combatido el cólera o la peste.

Mantener ambientes libres de ruido, es tarea de todos!




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