El presidente de Bolivia, Evo Morales, declaró este miércoles el "estado de emergencia" a raíz de fuertes aguaceros y riadas que han afectado a siete regiones y dejado doce muertos desde que empezó la época de lluvias en noviembre pasado.
"El gabinete ha decidido declarar estado de emergencia para atender a las familias afectadas por inundaciones y mazamorras" (aludes de barro), anunció Morales en una declaración en la Casa de Gobierno.
Esa declaratoria -tras un turbión en Cochabamba, centro del país, que arrasó con viviendas aunque sin causar víctimas- permitirá a los gobiernos regionales "movilizar los recursos económicos para atender a las familias afectadas por las inundaciones en los municipios que correspondan", explicó.
Morales informó que la Corporación Andina de Fomento (CAF) ofreció créditos "con facilidades y de manera inmediata" -aunque sin especificar monto- para atender la situación de emergencia en el país, que afectó a unas 50.000 personas, según la oficina de Defensa Civil.
Una semana antes el mandatario, que recorrió varias de las zonas afectadas, había declarado alerta y ordenado a las fuerzas armadas y a la oficina de Defensa Civil "tomar las medidas necesarias para salvaguardar sobre todo la vida de las personas".
El gobierno ha señalado además que en todo el país hay unos 33.000 cultivos dañados, principalmente de arroz y soja.