La Escuela de Fútbol de la Universidad de Carabobo (Acefuc) núcleo Monseñor Arocha, fundada hace 15 años en el barrio El Consejo, al sur de Valencia, acoge a niños y adolescentes de escasos recursos que ven en el fútbol de campo una oportunidad, una forma de crecer y desarrollarse en la vida.
Armando Ospino, coordinador de Acefuc, junto al entrenador y también docente Oswaldo Daniel Figueroa, y Yelibeth Zabaleta, asistente administrativa de la escuela, sostiene que ellos vienen haciendo un trabajo duro, pero productivo en la vida de alrededor de 90 futbolistas entre los que figuran niños, niñas y adolescentes desde los 7 hasta los 19 años.
La situación económica una de las grandes problemáticas con las que luchan Ospino y su equipo de trabajo. Esto les ha creado muchos escollos y obstáculos, pero gracias a las diligencias de los profesores Rolando Smith, presidente de la escuela, y Eduardo Pasquez, coordinador general, y de su propio equipo, han logrado solventarla para mantenerse y, además, poder participar en algunos eventos locales y de envergadura, como es el caso de los juegos estadales.
Esta escuela, desde hace 13 años participa en el torneo estadal que organiza la Asociación de Futbol del estado Carabobo «No íbamos a participar, pero conseguimos a una persona que nos apoyó con la mitad del pago”.
El fútbol es una forma de crecer
Acefuc es una institución sin fines de lucro, sólo hay que hacer algún aporte para el mantenimiento, pero por la situación del país algunos jóvenes no siguen practicando, ya que carecen de recursos para pagar y les da pena. «Otros aunque no pagan, si van, y les atendemos igualito”.
Tres categorías
La Escuela de Fútbol de la Universidad de Carabobo siempre ha tenido niños de 4 años de edad en adelante, pero en la actualidad tiene desde 7 hasta los 19 años. Por este motivo, las categorías pequeñas las fusionaron con la sub-13, por lo que en la actualidad tienen solo tres categorías: sub 13, sub 15 y sub 17.
Oswaldo Figueroa: Necesitamos más apoyo
Oswaldo Daniel Figueroa, entrenador de la Escuela de Acefuc Monseñor Arocha, pidió el mayor apoyo que se pueda dar a este deporte nacional. Contó que en Acefuc tratan de educar y formar a los niños para que se proyecten a nivel nacional, lo que han logrado.
Este núcleo de la Acef funciona en la zona sur de Valencia, en el Complejo Deportivo Monseñor Arocha, que pertenece a la comunidad salesiana y que es coordinado por el padre Rafael Guarique”.
Según Figueroa, la escuela atiende a niños de todos los barrios adyacentes, como la Bocaína, Parcela 1 y 2; Trapichito, Ricardo Urriera, Bicentenario, Lomas Barrio Bolívar, Ruiz Pineda, Combate, y La Cancha, entre otros. “Estos son niños a quienes se les dificulta mucho pagar una mensualidad, aunque esta esté por debajo del margen de cualquier otra escuela o academia, o club que hay en Carabobo. Nosotros somos una institución sin fines de lucro y tratamos de mantener a los niños en el deporte”.
Mantener viva la escuela
El entrenador de Acefuc asegura que ellos han tratado de sostener la escuela, pero se les ha hecho difícil, por lo que pide la colaboración para mantener viva las oportunidades para los semilleros de las zonas populares del sur de Valencia.
“Como lo dice nuestra escuela, somos una escuela formativa. Iniciamos a los jugadores en este proceso tan amplio que es el fútbol. Nosotros creamos esos principios básicos, los formamos, los levantamos, después a ellos se les abren puertas, lo que ha sucedido con muchos jugadores que hoy se encuentran a nivel profesional”.
Figueroa también hizo referencia a los juegos estadales: “No íbamos a participar, pero parte de la directiva mayor de Acefuc estuvo haciendo sus diligencias y con conocidos consiguieron una parte para pagar la inscripción. Eso fue lo que nos permitió pagar este año y participar en el Campeonato Estadal de Fútbol, porque si hubiese sido por cuenta propia no ibamos a lograrlo.
Niños con condiciones precarias
Las condiciones propias de los niños muchas veces son bastante precarias. “Nosotros entrenamos a partir de la 1:00 de la tarde y hay niños que llegan sin almorzar”.
Tienen una serie de carencias que tanto el coordinador como el cuerpo de entrenadores tratan de manejar. “Muchos jugadores no cuentan con zapatos apropiados», pero hay personas que han tratado en la medida de lo posible de ayudarlos.
En cuanto a los implementos para las prácticas sostuvo que en la actualidad trabajan con 10 balones que fueron donados por la Universidad de Carabobo. “Tenemos algunas minas, algunos conos, pero a partir del inició del torneo estadal la escuela ha ido creciendo. Ahorita tenemos niños que están llegando y esto implica gastos, porque a más niños más implementos tenemos que utilizar para hacer los trabajos técnico-tácticos, hacer lo que es la preparación física».
Ayuda para los chamos
A Yelibeth Zabaleta, quien apoya en la coordinación al profesor Ospino, le gustaría que los ayudaran con un patrocinio de cualquier empresa para conseguir uniformes y zapatos. «Es muy importante para los muchachos de la escuela que se lo merecen. Ellos dan el 100% y eso lo agradecen de corazón».
Siembra y cosecha
Lo que era un sueño hace 15 años cuando se fundó el núcleo Acefuc Monseñor Arocha hoy es una realidad. Allí se forman no solo jugadores, sino ciudadanos de bien.
Con orgullo los entrenadores de Acefuc dicen que de esta institución han salido muchos jugadores que en la actualidad representan a Carabobo y al Tricolor nacional, como Yolfran Caricote, quien juega con Club Deportivo Hermanos Colmenárez; Luifer Hernández, líder goleador de la Liga Futve; Roberto Sánchez y José Juan Reyes con la Academia Puerto Cabello; Samir Ramírez con Estudiantes de Mérida, Wesley Sánchez, Nueva Esparta FC; Josef Martínez, referencia de la Vinotinto que juega en la Major League Soccer de Estados Unidos.
En esta labor, el profesor Ospino también agradece a otras de las personas que lo acompañan en Acefuc: Edgar González, Yubisay Ochoa, Eyni Castellano y Yetzi Pérez, delegados.
 núcleo Monseñor Arocha, fundado hace 15 años (2 de junio 2008).){kind=link}