Tanto las instituciones educativas públicas como las privadas de Venezuela se enfrentan al reto que implica para docentes, alumnos, padres y representantes haber iniciado el 16 de septiembre un nuevo año escolar a distancia bajo el contexto de la pandemia de COVID-19 y una crisis generalizada prexistente que afecta, sobre todo, a las escuelas y liceos dependientes del Estado.
Dentro del sector educativo oficial el balance del año escolar 2019-2020 no fue satisfactorio, ya que el programa de educación a distancia Cada Familia, Una Escuela, impulsado por el gobierno de Nicolás Maduro, no logró atender ni siquiera a 40% de los estudiantes matriculados y de ese porcentaje, 98% no recibió una educación de calidad, informó Adelba Taffin, presidenta de la ONG Padres Organizados.
A su juicio, el gobierno y el Ministerio de Educación debieron diseñar un plan de educación a distancia, con la asesoría de especialistas en el tema. Pero eso no ocurrió. Taffin consideró que Cada Familia, Una Escuela fue una estrategia improvisada y con “muy mala calidad académica”, cuya ejecución fue cuesta arriba debido a las constantes y reiteradas fallas de conectividad y del servicio eléctrico, así como también la falta de herramientas tecnológicas.
“Fue una educación excluyente. Solo 2% de los consultados dijeron que la educación recibida había sido menos que mala y el 98% restante fue promovido sin haber adquirido las competencias”, advirtió la vocera de la ONG. “Esta es una situación que evidencia aún más la violación al derecho a una educación gratuita y de calidad que debe garantizar el Estado venezolano a todos nuestros niños, niñas y adolescentes”.
Fue enfática al señalar que el programa Cada Familia, Una Escuela profundizó la brecha existente entre los que cuentan con menos recursos económicos y aquellos que tienen la posibilidad de escoger una educación privada, que solo es 15%de toda la población estudiantil del país.
Semipresencialidad en escuelas de Carabobo
El Ministerio de Educación de Maduro, a pesar de anunciar el regreso de las clases a distancia, evalúa la posibilidad de implementar una modalidad semipresencial. Según Taffin, al menos en Carabobo eso no sería posible debido a que 90% de las instalaciones de las oficiales están absolutamente deterioradas: no cuentan con servicio de agua potable ni aguas servidas. Tampoco tienen el personal necesario para hacer limpieza permanente.
“El gobierno nacional habla de clases semipresenciales, pero no dice cuáles son los protocolos que va a implementar para evitar un contagio masivo en las sedes de las escuelas”, cuestionó la también abogada. “Sería una gran insensatez y sería exponer a los niños y adolescentes, así como también al personal que presta servicio en las escuelas. No creo que los padres deban atender a ese posible llamado y los docentes tampoco”.
Propuestas para el sector educativo oficial
Entre las propuestas planteadas por Padres Organizados al Ministerio de Educación está la de hacer “una inversión importante” en recursos tecnológicos y capacitación para los docentes, a fin de que el programa Cada Familia, Una Escuela llegue a todos los estudiantes inscritos para el nuevo período escolar.
“Deben asesorarse por expertos para que la calidad de la educación que se imparta sea óptima, así como también garantizar la dotación de equipos a los padres, representantes y docentes, planes de datos y la optimización de los contenidos programáticos de esa oferta educativa”, dijo Taffin, quien además instó a las autoridades a honrar los compromisos asumidos con los docentes del país.
La presidenta de la organización agregó que debería establecerse una prórroga antes del reinicio “para hacer un repaso de los contenidos que no fueron impartidos en el año anterior y se comience luego más seriamente con un programa educativo de calidad que pueda servir a nuestros muchachos, enseñarlos y formarlos, cosa que no está pasando en este momento”.
Educación privada
En contraste con el difícil panorama del sistema educativo oficial venezolano, que representa a más de seis millones de estudiantes, están las opciones privadas, a las que tienen acceso alrededor de un millón 300 mil niños y jóvenes. “Es en ese sector donde hemos encontrado los mayores niveles de innovación durante los últimos siete meses de pandemia”, aseveró José Manuel Bolívar, asesor de Educación Internacional para Latinoamérica y América del Norte.
“Y no son solamente los colegios privados tradicionales que conocemos, sino también las escuelas de Fe y Alegría, que entran dentro de esta Venezuela de la que nos tenemos que sentir orgullosos”, explicó. “Allí tienen liderazgo educativo, un proyecto, una filosofía pedagógica que les permite desplegar hasta en momentos de pandemia estrategias y prácticas. Allí hay un proyecto que es exitoso”.
A su parecer, la pandemia y el distanciamiento físico ha obligado a las instituciones privadas a evolucionar y transformar la educación. Es por eso que, sostuvo, para que el modelo educativo a distancia sea exitoso se requiere de profesores con mentalidad abierta y que tengan a su disposición un desarrollo profesional que les permita aprender de los líderes internos de las escuelas, talleristas internacionales, seminarios web, Youtube y foros.
Otro punto clave al que Bolívar hizo referencia fue la elección por parte de las escuelas de una plataforma virtual como Classroom, que permite integrar el conjunto de herramientas que Google tiene a disposición de los usuarios de forma gratuita. Además, resaltó que deben establecerse horarios combinados entre encuentros sincrónicos y asincrónicos, a fin de evitar que las clases obliguen al estudiante a permanecer durante horas conectado a una pantalla.
“Los colegios privados venezolanos hemos respondido con el profesionalismo, liderazgo, compromiso que tenemos los venezolanos cuando nos dan una oportunidad de tener herramientas, un propósito y libertades. Hacemos las cosas bien y eso lo vas a encontrar en una buena medida de los colegios privados. Estamos comprometidos con seguir adelante durante la pandemia y transformar la educación”, sentenció.
Recomendaciones para padres
El vocero llamó a los padres a cumplir con al menos dos recomendaciones básicas para el desarrollo de las clases a distancia: En primer lugar, tener un espacio en la casa o en el apartamento donde el niño se pueda concentrar, bien iluminado y aislado de ruidos, televisión y cosas que lo puedan distraer. Segundo, regular los horarios en el hogar y establecer una rutina, que los alumnos tengan una hora de dormir que les permita levantarse temprano.
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