Cuando se habla de fósiles, la imaginación se pierde en la prehistoria, pero está demostrado con estudios paleontológicos que los suelos venezolanos son ricos en fósiles que cuentan una historia muy distinta a la que muchos conocen.
Solo bastó escuchar al doctor Ascanio Rincón, jefe del Laboratorio de Paleontología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), para saber que los suelos venezolanos esconden un enorme secreto paleontológico, que es una enorme oportunidad para aquellos que desean adentrarse en este maravilloso y enigmático mundo de los fósiles.
Explica el experto que la cuenca del lago de Maracaibo tiene aproximadamente unos 350 depósitos de petróleo potencialmente fosilíferos. “Si en un pozo que se ha excavado un metro cúbico de petróleo, se han encontrado cinco mil ejemplares, hay que poner a volar la imaginación con 350 pozos, ¡Qué cantidad de fósiles no guardarán!”, indica.
Igualmente, señaló que en la cuenca de Maturín hay unos 250 pozos de petróleo aproximadamente, potencialmente fosilíferos. Esto significa que Venezuela es un país rico en depósitos de asfalto y fósiles.
A pesar de tantos depósitos con fósiles, hasta los momentos solo se han podido estudiar dos pozos o breales (como también se les conoce) el Mene de Inciarte, ubicado al pie de la Serranía de Perijá, en el estado Zulia; y El Breal de Orocual, en el estado Monagas.
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