Desde hace cinco meses, Bracamonte Martínez, de 20 años de edad, trabajaba como vigilante en el supermercado Día a Día situado en el centro de la capital.
Ese día, al culminar su jornada, se fue asu casa ubicada en el sector La Línea 2, en Caño Amarillo, donde vivía con su abuela. Al llegar, preparó un envoltorio de dinero que luego llevaría a casa de su madre en Capuchinos, relataron parientes en la sede de la medicatura forense, en Bello Monte. “Era el dinero del mercado de su madre. Ese día, se despidió de su abuela y le dijo que regresaba antes de las 8:00 p.m.”, dijo una tía que reservó su identidad.
Bracamonte Martínez no regresó a su hogar. Parientes emprendieron su búsqueda el día sábado en hospitales comisarías, y finalmente –en horas de la tarde– hallaron el cuerpo en el organismo forense donde les indicaron que funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas habían levantado el cadáver cerca de la estación Capuchinos, a las 6:00 pm. Presentaba heridas de bala en el pecho y tenía golpes en el rostro.
Familiares de la víctima indicaron que varios testigos relataron a funcionarios policiales que cuatro hombres rodearon a Bracamonte Martínez con la intención de robarlo. Aunque el hombre forcejeó con sus atacantes para evitar la acción delincuencial, uno de los agresores sacó su arma de fuego y le disparó. Mientras los agresores huían de la escena del suceso, habitantes del sector se acercaron para prestar apoyo a la víctima, pero notaron que había muerto instantáneamente. Maikol Bracamonte Martínez era el menor de tres hermanos.
Con su muerte suman dos los hechos trágicos que atraviesan sus familiares. En el año 2015 asesinaron al segundo de sus hermanos, cuyo nombre se negaron dar, en una fiesta que se celebraba en el local La Tasquita, en Caño Amarillo. Para el momento del hecho, la víctima contaba con 17 años de edad.
Con información de El Nacional
