El 'grupo de la muerte' hace honor a su nombre y todo indica que no se resolverá hasta la sexta y última fecha, después del empate (2-2) sellado este miércoles entre el PSG y el Nápoles con un golazo 'in extremis' del argentino Ángel Di María que deja a franceses e italianos separados por un punto en tercer y segundo puesto respectivamente.
La racha del PSG en la Ligue 1, con 10 victorias en otros tantos partidos, no se extendió a la máxima competición continental ante un rival de peso. El Nápoles, segundo en la última Serie A, demostró estar capacitado para cuestionar el favoritismo de Liverpool y PSG en la llave C.
"Visto el esfuerzo realizado por el equipo, habríamos merecido la victoria, pero es así jugar contra el PSG, ellos tienen jugadores de tal calidad que es suficiente un segundo para que marquen un gol", estimó Ancelotti, antiguo entrenador del PSG.
"El PSG tiene un equipo fuerte, jugadores fantásticos, pero creo que estuvo un poco contenido por nuestra actuación, sobre todo en el primer tiempo", añadió.
Un gol de Lorenzo Insigne en el minuto 24 al aprovechar un pase en profundidad del español José Callejón puso en ventaja al conjunto italiano de Carlo Ancelotti, antes de que en el 61 un centro del belga Thomas Meunier fuese introducido en el arco de su compañero el colombiano David Ospina por el portugués Mario Rui.
Sin entendimiento en ataque
El arquero 'cafetero' sacó con la pierna en el primer tiempo un remate raso de Kilyan Mbappé (38).
Otro belga, Dries Mertens, adelantó de nuevo al cuadro italiano al aprovechar dentro del área un rechace del brasileño Marquinhos a disparo previo del español Fabián Ruiz (77).
Pero el argentino Ángel Di María rescató a los suyos en el tiempo extra (90+3) con un zurdazo ajustado que deja al PSG con cuatro puntos en tercera posición, uno menos que el Nápoles (2º) y dos menos que el Liverpool (1º), que goleó 4-0 al Estrella Roja.
El ataque del PSG careció de ideas, y su trío ofensivo estelar dio muestras en ocasiones de falta de entendimiento y sintonía, como cuando Neymar y el uruguayo Edinson Cavani trataron de rematar los dos un centro de Mbappé, produciéndose un choque del que salió peor parado el brasileño, que quedó varios minutos doliéndose en el suelo.
"Muchas cosas han cambiado en nuestro juego, en nuestro estilo, después de Liverpool", y la derrota 3-2, había asegurado el técnico parisino Thomas Tuchel la víspera. "Ahora hay mucha intensidad, mucha presión, mayor estructura". Virtudes que no salieron a relucir este miércoles, y que el PSG deberá recuperar en los duelos de vuelta ante ingleses e italianos.
"Comenzamos muy bien, impusimos una gran presión en los 15 primeros minutos con Kylian (Mbappé), Edinson (Cavani) y Neymar pero después de eso, no se el porqué, perdimos nuestra estructura, jugamos muy complicado, perdimos muchos balones fáciles y eso nos hizo perder confianza", explicó Tuchel para resumir el partido.
Porque sería un batacazo para el PSG y para la competición que los dos jugadores más caros del mundo -Neymar (222 millones de euros) y Kylian Mbappé (180 millones)- se despidiesen de la 'Champions' a las primeras de cambio. Algo que no suena utópico.