Dictan conversatorio “Una victoria cada día” en el Hospital Oncológico de Naguanagua / Foto: Funcamama

«Las afecciones de salud son señales que aparecen para dar una gran enseñanza», fue la conclusión del conversatorio “Una victoria cada día” que se realizó el pasado miércoles 01 de marzo, en el salón sala de quimioterapia del Hospital Oncológico “Dr. Miguel Pérez Carreño” de Naguanagua.

Durante el conversatorio organizado por Funcamama, se destacó que entre las enseñanzas se encuentra el hecho de darle más valor a la vida y apreciar los detalles que se suelen escapar en medio de tanto agobio por problemas de trabajo o de la vida cotidiana.

El objetivo de la actividad, coordinada por la Psicóloga Scarlet Celis, del equipo médico de Funcamama, es ofrecer apoyo psicológico y emocional a personas en tratamiento y consultas, así como a cuidadores de dicho centro hospitalario.

En esta oportunidad, las invitadas especiales fueron dos mujeres victoriosas: Enriqueta Vázquez y Amelia Ballestas, quienes compartieron sus testimonios de vida.

Lo más seguro es la vida

La moderación estuvo a cargo de Scarlet Celis, quien inició el evento señalando que «generalmente se dice que lo único seguro es la muerte», pero que se debe cambiar esta perspectiva y hay que plantearse que «lo más seguro es la vida».

«Debemos agradecer cada día cuando despertamos y estamos aquí porque cada día es una victoria», apuntó.

Enriqueta Vázquez, presidenta de Fundaquimio, se refirió a su vida antes y después del diagnóstico. «Cuando me dieron el diagnostico en el 2015, lo primero que sentí fue mucha rabia porque es como cuando te visita alguien que no quieres recibir. No quería que nadie lo supiera. Pero mi mamá un día me encaró y con mucha firmeza me dijo: Yo sé lo que tienes, el cáncer no se esconde, se vence. Fue un sacudón que me hizo cambiar de actitud».

Indicó que eligió vencer porque tenía miles de razones para estar aquí. «Con fe en Dios, cumpliendo mis tratamientos y el apoyo de mi familia, pude sanar, estoy activa no solo conmigo misma, sino que decidí ayudar a otras personas afectadas con cáncer”.

Para concluir, Vázquez dijo sentirse muy agradecida con el Hospital Oncológico que le ha permitido realizar el trabajo de Fundaquimio en sus instalaciones, tratándola como una hija adoptiva.

Mujeres Victoriosas

En el conversatorio, Amelia Ballestas también compartió su testimonio. Ella recordó que fue diagnosticada en 2015, tras hacerse sus chequeos médicos regulares, ya que tenía el antecedente familiar de que su hermana había fallecido por cáncer de mama.

Ballestas aseguró que recibir la noticia del diagnóstico le provocó sentimientos encontrados, pero se convenció así misma de que su historia sería diferente.

Señaló que se dispuso a hacer lo necesario para salir adelante pensando también en el futuro de sus dos hijos pequeños. «.Cumplí estrictamente mi tratamiento y pude superar este episodio. Mi vida cambió favorablemente, estoy trabajando en lo que me gusta, me cuido más, llevo una dieta sana. Ahora disfruto mucho de esos detalles que te regala la vida, de la naturaleza, de la belleza de un atardecer, por ejemplo».

«Se dice que nosotras, las que enfrentamos esta situación, somos unas guerreras. Yo prefiero que nos digan Mujeres Victoriosas, como nos llaman en Funcamama”, concluyó Amelia Ballestas.

Este encuentro que forma parte de un ciclo de charlas y conversatorios del programa “Quiérete” de Funcamama, está pautado para el primer miércoles de cada mes y la entrada es libre.

Nota de prensa




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