Diecinueve días preso ilegalmente acumula este viernes el subcomisario de la extinta Policía Metropolitana, Marco Hurtado. Su condena, de 16 años y 8 meses, se cumplió el 15 de diciembre de 2019, pero aún la jueza Ada Marina Armas no ha enviado la boleta de excarcelación que le permitiría salir del Centro Nacional de Procesados Militares, en Ramo Verde, con rumbo a su residencia.
Hurtado fue sentenciado por los delitos de homicidio calificado en grado de frustración en perjuicio de Ruby Alfonso Urbano Duque y Erasmo Enrique Sánchez y por cómplice necesario en el delito de lesiones personales graves en complicidad correspectiva y cómplice necesarios en el delito de lesiones personales leves, los mismos que les imputaron a Arube Pérez, Erasmo Bolívar, Héctor Rovaín y Luis Molina, también presos en Ramo Verde.
Los hechos acontecidos el 11 de abril de 2002 lo llevaron tras las rejas, pese a que el subcomisario Marco Hurtado no se encontraba en Puente Llaguno. El resguardaba la comisaría Urdaneta, en El Calvario, ante la presencia de motorizados oficialistas que amenazaban con tomarla.
Según las experticias del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, era imposible que Hurtado hubiese disparado contra alguna de las dos víctimas, que se encontraban en la avenida Urdaneta. Aún así, la jueza Maryorie Calderón, hoy flamante presidenta de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, lo condenó a 16 años y 8 meses.
Este tiempo se cumplió hace 19 días, los cuales se suman de manera injusta al tiempo que Hurtado ha estado alejado de su familia.
Su esposa, María Pascastillo de Hurtado, ha hecho todas las diligencias posibles ante los tribunales en Maracay, donde se llevó a cabo el juicio más largo de la historia venezolano. Sin embargo, por respuesta solo ha recibido el silencio.
Este viernes se realiza un tuitazo con la etiqueta #LiberenAMarcoHurtado, en demanda de la libertad del funcionario, quien ya cumplió íntegramente su condena.
Nota de prensa
