Foto: @tiburones_net

Meses atrás, Dioner Navarro levantó el teléfono y marcó números de los Tiburones de La Guaira. Quería preguntar si podía volver a la LVBP. Por un tiempo estuvo alejado de diamantes y graderíos por una enorme emergencia familiar. Recibió una respuesta positiva y su participación se supo varias semanas antes de comenzar la pretemporada.

El chance se cumplió. Es parte de los escualos y lo más importante para él y el equipo es que el retorno no ha sido en vano.

Este sábado, con un imparable en el octavo inning, volteó el encuentro contra las Águilas del Zulia y le dio el triunfo a los salados, 2 a 1, en el Estadio Universitario. Es el décimo laurel para el cardumen, que ha ganado seis de los últimos siete encuentros, una recuperación sobresaliente luego de un inicio preocupante.

“Esta es la razón por la cual decidí regresar. Fui forzado a retirarme de lo que más amo en esta vida, a parte de mis hijos, y esto no tiene precio”, dijo el ex grandeliga. “Ya lo que pasó, pasó. Dios tiene su plan y estoy enfocado en ayudar a los Tiburones”.

El hit de Navarro fue contra el zurdo Elvis Araujo, quien entró a relevar con el choque igualado a una anotación. El lanzador le dio boleto a Héctor Sánchez y dominó a Juan Apodaca. Así quedó el escenario para el batazo que decidió el encuentro.

“Lo más importante era traer la carrera, por supuesto. Tenía que recordar el swing, tratar de poner la bola en juego y esperar que algo sucediera”, explicó Navarro. “Yo sé que tira duro (Araujo). Teníamos un plan. Le gusta lanzar mucho la recta y me abrió con una; luego me tiró dos quebrados y lo siguiente fue ponerme modo batalla. Tuve la dicha de conectar la bola bastante bien y que no la cogiera nadie”.

Poco antes del incogible de Navarro, el dominicano Yeison Asencio igualó la pizarra con un imparable al jardín central.

La única rayita de los rapaces fue hecha en el primer inning, con un hit de Héctor Giménez. El derecho Anthony Lerew, abridor de los Tiburones, no completó dos innings por una molestia en la ingle. No obstante, el relevo escualo se encargó de la situación. El ganador fue el experimentado Rafael Cova, por trabajar el octavo capítulo de forma perfecta. Y Gregory Infante logró su cuarto rescate.

José Flores fue el pitcher que cargó con la derrota, al apuntársele las dos anotaciones litoralenses. Fue un buen juego para Luis Moncada, iniciador naranja, cuya primera apertura en la LVBP fue de 5.0 episodios y solo permitió un hit.

Departamento de Prensa LVBP




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