La bancada parlamentaria de Primero Justicia en el estado Falcón manifestó su desprecio a la actitud asumida por el gobierno de Trinidad y Tobago, tras la deportación de 16 jóvenes venezolanos que llegaron a la isla caribeña.
Los diputados Gregorio Graterol, Julio César Moreno y Juan García Manaure rechazaron dicha decisión del país vecino, encabezado por el primer ministro, Keith Rowley.
Lo que hemos observado es un hecho repudiable. El gobierno de Trinidad y Tobago actuó de forma inhumana y merece el desprecio del mundo, pues su accionar va en contra de todos los lineamientos que en esta materia han girado no sólo organismos multilaterales, sino también las normas internacionales que rigen la materia, sobre todo la deportación de menores de edad que no están acompañados de sus progenitores, resaltó Gregorio Graterol.
Negocios con la administración de Maduro
El grupo parlamentario recordó que Rowley es uno de los socios comerciales de la administración Maduro. Han firmados acuerdos internacionales, a pesar de las sanciones impuestas, por parte de Estados Unidos, la Unión Europea y otras naciones del mundo.
Julio César Moreno indicó que durante este proceso de deportación, Trinidad y Tobago violó los derechos humanos de 16 menores de edad y al devolverlos en botes, pues puso sus vidas en peligro.
La administración de Trinidad y Tobago ha dado la espalda a la historia y a la solidaridad. Ha puesto en peligro la vida de 16 jóvenes, entre ellos un bebé de apenas cuatro meses, situación que deja al descubierto la falta de humanidad de las autoridades de la isla caribeña, sentenció Moreno.
El grupo de parlamentarios se unió a la solicitud de una investigación que permita esclarecer los hechos y que imponga responsabilidades a quienes pusieron en peligro la vida de niños al regresarlos de en botes inadecuados.
Con información del Centro de Comunicación Nacional