Directivo de Globo espera ley contra «fake news» en Brasil antes de comicios

Las elecciones generales en Brasil, que se celebran en octubre próximo, se vivirán de manera más «tranquila» si se aprueba antes el proyecto de ley, que aún se tramita en el Congreso, para aumentar las penas por la propagación de noticias falsas, asegura Marcelo Bechara, director de Relaciones Institucionales y Regulación del Grupo Globo, un conglomerado empresarial brasileño con foco en los medios de comunicación.

El directivo brasileño visitó Uruguay con motivo de la celebración, hasta el miércoles pasado, de la Conferencia de la Unesco por el Día Mundial de la Liberad de Prensa en la ciudad de Punta del Este.

Yo creo que si el proyecto (de ley sobre noticias falsas) se aprueba antes de las elecciones tendríamos una elección más tranquila, expresa en entrevista con Efe el que fue uno de los 300 ponentes que intervinieron en las 70 actividades del evento organizado bajo el lema «El periodismo bajo asedio digital».

Directivo de Globo espera ley contra «fake news»

El proyecto de ley, impulsado por el opositor Orlando Silva, busca aumentar las penas por la propagación de noticias falsas, regular los contenidos de internet, exigir transparencia y establecer mecanismos de remuneración del contenido periodístico en lo que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, calificó de «inicio de la censura».

Bechara se muestra esperanzado, no solo por el papel que el Tribunal de Justicia tiene para «cuidar las elecciones y que la democracia prevalezca», sino por la capacidad que las personas tienen ahora de identificar contenidos alterados.

Creo que hoy la sociedad es mucho más madura, mucho más atenta a la desinformación que hace cuatro años, valora el directivo de Grupo Globo, en alusión a las elecciones de 2018, en las que las noticias falsas marcaron la campaña y los resultados que erigieron al ultraderechista en presidente del gigante sudamericano.

No obstante, confiesa que le dan «miedo» las formas «sofisticadas de desinformación como las ‘deepfake news’ (noticias ultrafalsas)», en alusión a las nuevas formas de generar contenidos ficticios como la posibilidad de manipular la cara y la voz y generar videos de personas diciendo cosas que nunca dijeron.

Recientemente, se dio a conocer un video con esas características del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), quien se presenta a las próximas elecciones y, según un sondeo publicado este viernes, tiene una ventaja de unos 15 puntos porcentuales sobre Bolsonaro.

Agresiones contra la prensa

En este contexto, Bechara explica que la profesión periodística vive una transformación muy fuerte, precisamente por enfrentarse cada día a mucha información «falsa, mentirosa, manipulada», e insta a «romper» con la práctica que algunos políticos profesan cada vez más de usar «el ataque al periodista como bandera política».

Agredir a los periodistas, especialmente a las mujeres, se volvió parte del proceso político de algunos gobernantes, alerta el directivo del Grupo Globo, quien subraya la importancia de que el periodismo profesional sea valorado en un contexto en el que trabajar con información se volvió cada vez «más peligroso».

Para ello propone que las empresas protejan a sus empleados y colaboradores y que el Estado cree un programa de protección a esta profesión e incentive la educación mediática para poner en valor la importancia que el periodismo tiene para la sociedad.

El abogado brasileño advierte, también, sobre la responsabilidad de las empresas de tecnología que, a su entender, transforman «mentiras en un producto» y dejan al periodismo profesional en segundo plano.

«Si agarras las redes sociales gran parte de lo que se comparte es periodismo: política, deportes, arte, entretenimiento», explica Bechara, quien agrega que, por eso, «las plataformas tienen que devolver esto (la rentabilidad que generan con los productos periodísticos) a quien produce este contenido».

El abogado relata que la publicidad financia a las plataformas digitales y que, por ese motivo, es necesario generar mecanismos de transparencia publicitaria para regular y exigir el reparto de la rentabilidad de los productos periodísticos.