La represión es la maldición de las dictaduras, aseveró el director de Datanalisis, José Antonio Gil Yepez , en relación a los ataques violentos y al uso desproporcionado de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad del Estado contra civiles, quienes desde hace más de una semana manifiestan en las calles su rechazo al desempeño del Gobierno de Nicolás Maduro.
Para Gil Yepez, estas acciones son un arma de doble filo que a largo plazo condenan a los regímenes como el chavista a la derrota. Este viernes durante una entrevista con la periodista Dhameliz Díaz en su programa radial Primera Voz, sostuvo que cuando las grandes masas son reprimidas, responden con mayor fuerza y contundencia. «La población tiene efectos importantes sobre la estabilidad de Gobiernos rechazados, dictatoriales e incapaces de resolver sus los problemas».
Otro de los efectos que la actuación represiva ha generado, es que la comunidad internacional, que ya tenía la mirada puesta sobre Venezuela, encendió sus alarmas luego de la convocatoria masiva de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a marchar este 19 de abril y la respuesta que tuvo ante esto el Ejecutivo nacional.
Pero el efecto más importante es la desorganización del sector organizado, que es la dictadura. A su juicio, la cúpula de poder tiende a dividirse cuando la Fuerza Armada se niega a tomar parte en situaciones que representan violaciones a la Constitución y crímenes de lesa humanidad, «que no prescriben y tienen vigencia en todo país del mundo». Ya hay militares detenidos por negarse a reprimir a la población civil.
Todas las dictaduras son represivas, pero a la larga, todas han caído, sentenció.
La comodidad del miedo
Desde este miércoles las jornadas de manifestaciones antigubernamentales en sectores populares del país, como El Valle y Montalbán en Caracas, que antes estuvieron ideológicamente comprometidos con el chavismo, se han intensificado. Ante este fenómeno, Gil Yepez explicó que los habitantes de estas comunidades carecen de la comodidad del miedo. El hambre, la necesidad y otros factores los motivan a retar con determinación a las fuerzas represivas.
El mensaje que se desprende de la actuación de colectivos armados en estas zonas es que el Gobierno se ha visto en la obligación de usar a » grupos irregulares porque no está dentro del marco de la Ley usar las fuerzas regulares para reprimir al pueblo de forma ilegal y descarnada como lo han hecho». Esto demuestra la inconstitucionalidad y abuso de poder.
Según el analista, las grandes incertidumbres son si la protesta continúa o se detiene y si los representantes de la oposición se sientan nuevamente en la mesa de diálogo a negociar con el Ejecutivo o no. «El Gobierno no va a negociar con nadie. Lo que harían es simplemente comprar tiempo para volver al engaño del proceso anterior». Si las manifestaciones cesan, Maduro continuará en el poder.
Detener las marchas y sentarse a dialogar es un error que la oposición no puede permitirse, resaltó. Estamos frente a un Gobierno que no reconoce derechos y tampoco respeta la Constitución. Solo les interesa permanecer en el poder.
Publicar un calendario electoral que incluya comicios presidenciales, liberar a los presos políticos, aceptar la ayuda humanitaria y reconocer las decisiones de la Asamblea Nacional (AN) deben ser las exigencias. Pero se le debe dar prioridad al sufragio, reiteró el representante de Datanalisis.
