Los dirigentes estudiantiles Lesther Alemán y Max Jerez, opositores al Gobierno del presidente Daniel Ortega, cumplieron este martes un año de prisión instando a la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), a la que pertenecen, a alzar "la voz contra esta dictadura que se cree dueña de Nicaragua".
"Nos han dicho que no tengamos miedo y que alcemos la voz contra esta dictadura que se cree dueña de Nicaragua", aseguró la AUN en una declaración pública.
Ese organismo afirmó que sus dirigentes "siguen con la frente en alto y mandándonos mensajes de esperanza y fuerza", a pesar "de que se les han violado todos sus derechos humanos de manera sistemática".
Alemán, de 24 años y quien encaró en una transmisión televisada en vivo a Ortega y le pidió su rendición durante un diálogo para resolver la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril de 2018, fue condenado a 13 años de prisión por el delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional en perjuicio del Estado y de la sociedad.
Entretanto Jerez, que representó a los estudiantes aglutinados en la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que fue la contraparte del Ejecutivo en la fallida mesa de negociación con la que se buscaba una salida pacífica a la crisis, también fue condenado a 13 años de prisión por el mismo delito.
Presos "por venganza"
"Ambos han estado en la primera línea de la lucha contra la dictadura de Ortega y (su esposa, la vicepresidenta Rosario) Murillo y eso les ha costado una implacable persecución que hoy lo tiene injustamente encarcelado", sostuvo AUN.
Para ese gremio, el encarcelamiento de Alemán y Jerez "es un acto de venganza por la amenaza que ellos representan para la dictadura".
El dirigente de AUN y exiliado Enrique Cuadra dijo a Efe que desde que sus líderes fueron detenidos han "mantenido una campaña constante exigiendo su libertad incondicional, así mismo la anulación de sus juicios y el restablecimiento de sus derechos y garantías como ciudadanos nicaragüenses".
Aseguró que ambos dirigentes "presentan una notable pérdida de peso y cansancio a los interrogatorios constantes a cualquier hora del día", y en el caso de Alemán ha "presentado serios problemas de salud".
Por tanto, exigió "con urgencia la entrada de organismos de derechos humanos, como la Cruz Roja Internacional y el equipo de expertos de las Naciones Unidas", a las cárceles donde se encuentran "ilegalmente detenidos y puedan verificar el estado de salud".
Abogan por nuevo diálogo
Asimismo, dijo que, considerando "que el motivo de sus detenciones es político", se necesita "de un encuentro para llegar a un acuerdo que libere" a los prisioneros, al igual que lo han pedido familiares de otros "presos políticos".
El Gobierno de Ortega no ha se pronunciado sobre la propuesta de los familiares de los denominados "presos políticos", que ha recibido el respaldo de la patronal y organizaciones opositoras.
Los dirigentes estudiantiles fueron encarcelados por la Policía Nacional en medio de una ola de arrestos antes de las elecciones presidenciales del 7 de noviembre pasado, que llevaron a la cárcel a más de 60 líderes opositores, estudiantiles, campesinos, periodistas y profesionales independientes, incluyendo a 7 disidentes que aspiraban a competir por la Presidencia.
De los 68 nicaragüenses detenidos durante 2021, principalmente entre mayo y noviembre del año pasado, al menos 57 han sido condenados a penas entre 7 y 13 años de cárcel, incluido los líderes estudiantiles.
El Estado nicaragüense, controlado por los sandinistas, ha atribuido a estas personas cargos relacionados con "traición a la patria" o delitos económicos como lavado de dinero, así como de otra índole.
Ortega ha tildado a los opositores encarcelados, juzgados y condenados de "traidores a la patria", "criminales" e "hijos de perra de los imperialistas yanquis".