La movilización opositora de este sábado, que se ha mantenido activada durante tres semanas consecutivas, fue reprimida en El Rosal por parte de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana quienes les lanzaron bombas lacrimógenas y perdigones para impedir se trasladen a la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).
La Marcha del Silencio en honor a los caídos en manifestaciones, abordó varias vías para llegar a su destino.
No es el primer episodio de represión contra manifestantes opositores al gobierno de Nicolás Maduro, quienes exigen se restituya el hilo constitucional y se convoque a elecciones ante la crisis política, económica y social por la que atraviesa el país.
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