La vida de Nayibec Veliz es predecible. Ella sabe que las mayores porciones de sus comidas al día están compuestas por carbohidratos. Es para lo único que le alcanza su sueldo de docente, aunque tenga más de 28 años de servicio. Y esa fue una de muchas razones por las que salió a protestar, una vez más, este lunes 8 de enero.
Ella es maestra en Guacara y también sabe que debe combinar su labor en las aulas con la de la limpieza de casas para poder completar lo necesario y mantenerse.
“El docente lo que come es puro carbohidrato, pasta con un poquito de salsa de tomate y queso, lo sé porque yo lo he vivido y, como yo, varias trabajan en casa de familia y otras compañeras tienen que limpiar monte”.
En la avenida Bolívar de Valencia, donde maestros activos y jubilados se concentraron durante la mañana del lunes, exclamó que los sueldos del sector fueron expropiados por el gobierno, así como el resto de sus beneficios.
Como parte de su rutina predecible, Veliz sabe que hay directores y supervisores de los planteles que amenazan a quienes levantan su voz de protesta. “Y yo les pregunto si ellos ganan diferente a nosotros, de dónde sacan para ir todos los días a las instituciones porque, si es verdad que debemos ir, pero tenemos que firmar el contrato colectivo”.
Docentes en la calle sin descanso
Ella lleva el tiempo contado. “Son casi 700 días de lucha y no nos van a callar”. Aseguró que las autoridades quieren que haya silencio, pero las manifestaciones que se retomaron este 8 de enero en varias regiones del país, “son una muestra más de que no nos vamos a silenciar porque nos expropiaron el sueldo, el HCM y todo lo que nos corresponde, no tenemos miedo, ya basta”.
El presidente del Sindicato Venezolano de Maestros en Carabobo (Sinvemaca), filial de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Luis Guillermo Padrón, dijo que las autoridades del Ministerio de Educación y de la Secretaría de la gobernación no han atendido sus peticiones.
“Lamentablemente son oídos sordos y voltean la cara ante la exigencia de pago justo para los docentes y de la situación económica que tienen en sus casas, los maestros no comen con esos bonos, eso no es salario, no se calculan ni siquiera para sus prestaciones”.
Resaltó que es muy difícil que el reinicio a clases se dé con normalidad, porque los maestros no tienen ni para el pasaje. “Lo que cobran se acaba en dos días”.
Los docentes jubilados también se sienten burlados y se sumaron a la protesta. “Llegamos a sentarnos en una mesa de negociación de la que no se obtuvo ninguna respuesta, todo fue dilatorio y no hemos logrado nada, ni la erogación ni el pago de las primas que están pendientes”, expresó la representante de la comisión de pensionados, jubilados y sobrevivientes de Carabobo, Aracelis Ramírez.
Hizo un llamado al fiscal Tarek William Saab para que asuma la situación y los jubilados reciban lo que merecen después de haber prestado una labor al estado.
Los manifestantes caminaron desde la Cámara de Comercio de Valencia hasta las oficinas de la Secretearía de Educación de la gobernación de Carabobo, en la avenida Bolívar, y consignaron un documento con sus exigencias que seguirán reclamando en las calles.