El profesor Robert Jiménez, directivo del Sindicato de Educadores Regionales, asegura que la base magisterial de Carabobo se siente burlada por la Onapre ya que el monto cancelado por el bono vacacional no llega ni al 30% del reglamentado según la ley.
El dirigente sindical citó que el bono vacacional no es una dadiva, sino un derecho adquirido, por lo cual el gobierno debe cumplir con ese beneficio.
Apuntó que el pago recibido ha generado un marcado descontento en la base magisterial, ya que considera que la Onapre se ha encargado de liquidar los beneficios contractuales de los maestros.
Lo mismo ha ocurrido con las primas de antigüedad y académicas, lo que causa un declive en el poder adquisitivo de los educadores, que ven como no se les cancela el 280% del pasado contrato, y la discusión de la tercera contratación colectiva parece ir a paso de morrocoy.
Jiménez insistió en que el gobierno debe cancelar el bono vacacional de acuerdo a lo establecido en la ley, y adelantar la discusión de la tercera convención colectiva.
Con nota de prensa