Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
No hay otra opción.El papá de Estefanie Ortega es colombiano. Ella hace tres meses inició los trámites migratorios. «En aquella oportunidad llegué a las 4:00 a.m. fui la número 12, ahora por lo visto hay que venirse más temprano», relató al ver la cola de la mañana de este lunes, cuando muchos decidieron amanecer en las puertas del Consulado para poder realizar la gestión.
A las 9:00 p.m. del domingo comenzaron a llegar quienes estaban primeros en la fila. Fue la única manera que encontraron para lograr su objetivo. Otros pensaron que esperarían menos al llegar muy temprano. «Menos mal que nos vinimos de madrugada», exclamó Joaquín Ugarte, quien esperaba a su compadre, que ya estaba dentro de la oficina a las 10:30 a.m.
Ellos viajaron desde Villa de Cura, en Guárico hasta la capital carabobeña, donde las gestiones para hacer vida en el vecino país no paran. «Mi compadre es colombiano, nunca se había sacado la cédula porque vive aquí desde pequeño, pero ahora está como todos, desesperado por sale de aquí».
Greison Mejías estaba aún en la cola cerca de las 11:00 a.m. Él sólo iba a pedir información. «Necesito saber qué debo hacer para el visado de mi esposa que es colombiana y así gestionar todo para irnos en familia». Calificó la situación como tediosa. «No es el sistema del lugar, sino la cantidad de gente que viene a hacer cola desde el día anterior».