Carlos Enrique Añanguren Fernández (21) y su cuñado Jesús Antonio Pudier Verdú (18) fueron ultimados a tiros cuando se encontraban en una fiesta callejera en el sector Guararapa, barrio Las Brisas, de Guarenas, estado Miranda.
Eran aproximadamente las 2:00 de la madrugada del sábado, llegó un grupo de hombres que abrió fuego indiscriminadamente contra los asistentes y fueron alcanzados Añanguren y Pudier, quienes murieron en el sitio.
Añanguren era ayudante de mecánica y dejó huérfano a un niño de dos años. Pudier Verdú ayudaba a su papá en la albañilería, era padre de un niño de año y medio y mayor de 4 hermanos.
Otro caso
El mecánico Ángelo Romero (23) murió en el hospital Miguel Pérez Carreño, antes de ser intervenido, tras ingresar procedente del hospital José María Vargas de La Guaira, donde había sido llevado inicialmente, presentando golpes en la cabeza y una herida de bala en el cuello.
Romero vivía en la urbanización Páez de Catia La Mar, el martes unos individuos lo sometieron en una plaza y se lo llevaron en un vehículo.
Posteriormente fue encontrado mal herido en el sector Tacoa, de Arrecifes, en la misma parroquia, siendo trasladado al hospital del Seguro Social de Vargas y de allí a Caracas, donde murió el viernes.
Su tío político Víctor Briceño dijo que Romero era mecánico y mayor de dos hermanos.