(Foto cortesía .clarin.com)

Otras dos jóvenes denunciaron públicamente que Irineo Humberto Garzón Martínez, el comerciante acusado de haber abusado sexualmente de una venezolana de 18 años en su local del sector porteño de Balvanera, también las acosó y las invitó “a salir” en pleno ámbito laboral.

Ambas chicas se hicieron amigas sin saber que las dos habían pasado por Paso 693. Recién se dieron cuenta cuando una de ellas publicó un descargo en Instagram para contar su experiencia, luego de enterarse del caso de la joven venezolana.

Paola y Mailén (como pidieron ser identificadas por temor a sufrir represalias) están dispuestas a colaborar con la querella para que Garzón Martínez sea detenido.

Mailén, incluso, se puso en contacto con el abogado Pablo Baqué.

El miércoles pasado, la joven intentó denunciar el caso, llamó a la línea 137, que presta atención a víctimas de violencia familiar y sexual, pero dijo que no le quisieron tomarle la denuncia, con el argumento de que “una invitación a salir no es nada”. Por esa razón, sostiene, hizo su descargo en las redes sociales.

“No entiendo por qué lo dejaron libre con todo el daño que viene haciendo. Cuando vi lo que ocurrió con la joven venezolana se me puso frío el cuerpo y me largué a llorar”, contó Paola a La Nación.

La mujer, natural de Colombia, vive en la Argentina desde hace cuatro años. El año pasado tenía la necesidad de encontrar un trabajo y por eso le escribió a Santiago Martínez -identidad que usaba Garzón Martínez en las redes sociales-, al ver en un grupo de colombianos radicados en el país que el hombre buscaba una empleada para su comercio de indumentaria, publicó elnacional.com.

Luego de intercambiar mensajes relacionados con el lugar y acordar el día de la entrevista, el hombre le preguntó si estaba en pareja y si tenía hijos.

“Me pareció raro que me pregunte si tenía novio porque no suelen hacer ese tipo de consultas en las entrevistas, pero igual le seguí respondiendo”, narra la joven.

Garzón Martínez la citó para el día siguiente, a las 8:00 pm, en el local de Paso 693. “El taxista que me llevó al lugar estaba preocupado porque le parecía extraño el horario de la entrevista, así que esperó a que me abrieran”, cuenta Paola.

La persiana del comercio estaba cerrada, así que ella le envió un mensaje para avisarle que se encontraba en el lugar. El hombre abrió la pequeña puerta y una vez que ambos estuvieron dentro la cerró con una llave que se guardó en el bolsillo del pantalón.

abuso sexual garzón
Afiche en el que se señala al comerciante Irineo Garzón, acusado de drogar a una chica venezolana y abusar de ella en un local de venta de uniformes médicos de Balvanera Crédito: Facebook

La joven cuenta que, tras consultarle “si era modelo”, el hombre le comentó: “La verdad es que estoy buscando una chica para que, además de trabajar conmigo, tengamos una relación de pareja. Me siento muy solo, cuando llego a mi departamento no hay nadie que me espere”.

Y le explicó que él mantenía una relación con una empleada, pero que ya no estaban más juntos porque ella no quería más nada con él, y entonces quería echarla porque ya no realizaba bien sus actividades. “En cambio vos aparentás ser una buena vendedora”, le dijo.

Paola no salía de su asombro, estaba enojada: “Le dije que me parecía una falta de respeto que publicara avisos en los que buscaba una empleada siendo que su objetivo era encontrar una novia”.

Garzón siguió insistiendo y se fue hacia el fondo del local. Al regresar le ofreció una gaseosa y un vaso de agua, pero ella lo rechazó. “Me puse muy nerviosa yo quería salir de ahí, le pedí muchas veces que me abriera la puerta, pero él insistía con que lo acompañara, así me mostraba la parte de arriba, donde se planchaban los uniformes”, cuenta. Después de mentirle y asegurarle que más adelante regresaría, logró que le abriera la puerta.

Esa no fue la última vez que supo algo de él. Durante dos meses, todos los días, a las 11:00, Garzón Martínez le enviaba un mensaje de texto insistiendo en que trabajara con él y que salieran a tomar algo. “Lo bloqueé de WhatsApp, pero el último mensaje que tengo de él fue uno que me envió por Facebook, un ‘Hola’ ”, comenta.

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