El discurso de cierre del segundo período de sesiones del Consejo Legislativo Bolivariano de Carabobo (Clebc) duró 32 minutos. Su presidenta, Flor García, dijo que el año había sido un éxito. En 2016 se aprobaron 102 créditos adicionales, para un monto de 38 mil 403 millones, 399 mil 535 bolívares. Esa cifra excedió 147% el propio presupuesto anual del estado vía situado constitucional.
Más de un año antes, en octubre de 2015, el gobernador Francisco Ameliach dijo que el presupuesto del año entrante para Carabobo superaba 15 mil 452 millones. Eso era un aumento de 122% respecto con 2014. “Durante el Gobierno de Salas Feo el presupuesto era en promedio de 1.8 millardos. Por eso fue que no se hizo prácticamente nada”, agregó en su programa radial.
García mencionó, durante su balance de gestión, dos leyes aprobadas en todo el año. Una de ellas, la de presupuesto para el 2017. La otra, la ley del Fondo de Desarrollo Comunal. Lo que se logró en el consejo legislativo, de mayoría oficialista, fue gracias a que la cámara está controlada por diputados comprometidos con la Patria, exaltó García.
Su discurso cerró con las acostumbradas consignas proselitistas a favor del Gobierno y una placa de reconocimiento que le hicieron los trabajadores del parlamento regional, pues celebraron mejoras como las de cobertura odontológica: que estaba en cinco mil bolívares y pasó a 50 mil, igual que los gastos funerarios, oftalmológicos (fijada en 500 bolívares) y medicinas de cuatro mil a 50 mil. La póliza de Hospitalización, Cirugía y Maternidad pasó de 30 mil a 150 mil bolívares. El salón de sesiones no se llenó, pero quienes estaban aplaudieron los logros relatados.
OPOSICIÓN: MANOS ABAJO
Se promete la reparación de escuelas, pero no se especifica cuáles y cuánto tiempo tardarán las obras. Se dice que se recuperarán espacios, pero no se explica con qué empresas y cuál es el presupuesto. Los créditos adicionales que desde el Clebc se aprobaron para el Gobierno estuvieron llenos de opacidad y se hicieron de manera discrecional. Por eso, cada vez que el chavismo necesitó que Neidy Rosal levantara su mano para aprobar un crédito adicional, la opositora y legisladora por Carabobo de Proyecto Venezuela se negó. Sus razones tiene. “Hemos salvado nuestro voto porque estamos consiguiendo opacidad en la presentación”.
El argumento de los tres legisladores opositores, —de los 15 que integran la cámara—, es que el presupuesto es en realidad un fondo para las instituciones de la gobernación. Lo más grave es que no se colocan metas físicas, tipo de obra a ejecutar y ni siquiera el municipio, dijo Rosal. “Se habla de número de kilómetros a reparar, pero no dicen en qué municipios y qué vías”. Los presupuestos están concebidos con una tremenda discrecionalidad para evitar que sean escrutados, recalcó.
En Carabobo se viola la normativa de la Ley Nacional de Presupuestos, pues no se establecen metas ni tiempos de culminación. La Contraloría no tiene manera de controlar los fondos que terminan superando el presupuesto. “No se pueden hacer, por ejemplo, consultas de precios para materiales en la construcción”.
En 2017 el presupuesto de la región superará los 92 mil millones de bolívares. Desde ya, Rosal prevé un aumento de créditos adicionales que supere más de 50% ese monto, a través de modalidades que opacan la gestión y son caldo de cultivo para la corrupción. “La función del legislativo se ha basado simplemente en aprobar créditos y en hacer sesiones de aprobación a las cosas que haga el gobierno”.
