“Cualquier cosa que sea contraria a la naturaleza lo es también a la razón, y cualquier cosa contraria a la razón es absurda”

Spinoza.

La semana pasada de nuevo el Banco Central de Venezuela BCV, nos vuelve a presentar datos de la serie de precios de este primer trimestre destacando la cifra de inflación manejada para el mes de marzo ubicado en 1,4%, lo cual contrasta con los datos que el Observatorio Venezolano de finanzas presenta para el mismo cifra que ubica el indice nacional de precios al consumidor en 10,5%, lo importante a destacar no es establecer la veracidad de ambas medidas, sino referir que la cifra de 1,4% presentada por el Banco Central no contempla la realidad que se advierte en comercios en el país y aún menos la cada vez más acentuada pérdida del poder de compra de la divisa que de manera cíclica sigue desplazando al bolívar.

De nada nos sirven unas cifras que morigeran la realidad de la gravísima situación económica que atraviesa el país, es la dualidad en la métrica de este desastre para argumentar con premisas falsas la frese de “Venezuela se arregló”, en sonde medran un conjunto de aspectos reduccionistas que en absoluto cooperan con la sana construcción de una racionalidad que permita comprender desde luego las cotas o límites de esta supuesta recuperación económica, si comparamos los datos anualizados de inflación los del Banco Central dan una cifra de 285% (datos aproximados) y los del Observatorio venezolano de finanzas apuntan hacia un valor de 254%, en resumen seguimos teniendo una altísima inflación la más alta del planeta,  pero en nada coopera que la cifra ofrecida por el Banco  Central de Venezuela sea tan abrumadoramente baja, quizás tendiente a manipular a la opinión pública.

Si bien es cierto que los recientes anuncios sobre la retoma de las Operaciones abiertas de mercado, son plausibles y se orientan hacia el buen camino de la sana política monetaria, estas llegaron con cuatro años de retardo y la puesta en marcha de la reforma al Impuesto a las Grades Transacciones puede revertir los efectos de la esterilización de la liquidez, que persiguen estas operaciones, por otra parte el Estado fue el responsable de la inyección de estos recursos en bolívares a la economía que ahora pretende esterilizar  o limitar.

En estos dos  países que se yuxtaponen sin intersectarse, vemos el surgimiento de oasis en medio de la herrumbre del fracaso de todos los servicios públicos y en medio de la pandemia y la miseria se desarrolla, toda una burbuja para el entretenimiento y la el insilio, de quienes pueden pagar entradas a conciertos lo acudir a sitios de comida rápida, el país luce estas dos realidades la de la neo burguesía asociada al régimen y la de los defenestrados por la miseria de un salario insuficiente de 39 dólares que a lo más permiten acceder al 8% de la canasta alimentaria nacional.

Duales en la medida de la inflación, duales en las penurias y hasta duales en los discursos en donde la peor ofensa es la verdad, la más terrible de las injurias en un país de dobleces como el nuestro consiste en la verdad, sobre todo cuando hasta las ciencias exactas y metodológicas han sido presa de la neolengua y la posverdad.

Finalmente quiero aclarar, que todas las predicciones hechas sobre la conducción económica nacional obedecen a una atroz caída del aparato productivo, la cual aún se mantiene ahora con el freno que impone la muy opaca y torpe, reforme a la ley de las grandes transacciones financieras, los pronósticos de un banco exterior que vaticinan una recuperación del 20% de la economía nacional, no deben quedar en el titular sino extrapolarse al desarrollo de esta afirmación, lo que allí se indica es que la conjunción del aumento de os precios del barril de petróleo y su ajuste en capacidad de producción dan cuenta de ese guarismo que contiene la mejoría indicada, sin embargo ya se habla de una recuperación sin precedentes en la región, recuperación que no toma en consideración las realidades del salario devengado, el menor de la región y que se constituye en sí mismo en una violación a los principios del empleo decente.

La recuperación y que el pañis este mejor, demanda de la claridad y seriedad con la cual analicemos esta crisis, que no solo impacta al cuerpo económico o material de la república, sino también al espiritual y filosófico y he allí el óbice de este fracaso descomunal.

“El orden y la conexión de las ideas es lo mismo  que el orden y la conexión de las cosas”

Spinoza.




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.