El presidente filipino, Rodrigo Duterte, dio las gracias el viernes a su homólogo ruso, Vladimir Putin, por la entrega de armas rusas a Filipinas, en una reunión al margen de la cumbre anual del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Vietnam.
«En nombre del pueblo filipino, querría expresar un especial reconocimiento por la oportuna ayuda que Rusia nos ha aportado al entregarnos camiones y armas», declaró Duterte, según las afirmaciones traducidas en ruso, al inicio de su encuentro con el presidente Putin.
«Esto nos es realmente indispensable para completar nuestras reservas», en un contexto en el que el ejército filipino combate a los seguidores del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el sur del país, señaló. «Nunca lo olvidaremos».
«Los militares filipinos admiraron las armas que Rusia nos entregó, armas de alta precisión», declaró Duterte.
El mandatario filipino aseguró que tenía el «sueño de crear unas fuerzas armadas y una policía nacional fuertes» antes del final de su mandato.
«Mi primera idea fue comprar armas a Estados Unidos», explicó. Washington ha tenido durante décadas un papel protector de Filipinas, ya que ambos países están unidos por un tratado de defensa mutua.
«Pero como el Congreso y el Presidente tienen un poder igual en Estados Unidos, no era fácil», afirmó Duterte.
Desde su llegada al poder a finales de junio de 2016, Rodrigo Duterte, que considera a Putin como un «héroe», ha intentado modificar radicalmente la política extranjera de su país, dirigiéndolo más hacia China y Rusia y dándole la espalda a Washington, su aliado tradicional.
