Varios protestas se han realizado en los últimos días. Foto referencial cortesía (Archivo).

Después de 26 años de servicio en un colegio de Fe y Alegría y 20 en una escuela nacional, la maestra Marlene de Córdoba se siente defraudada ante la poca valoración que le da el gobierno a los educadores.

Eso lo ve reflejado en los pagos de las quincenas que recibe, 300 bolívares en uno de los colegios y 258 en el otro, que sumados le alcanza para muy poco, tomando en consideración que tiene dos hijos a su cargo.

La docente fue entrevistada por El Carabobeño a propósito de la celebración este 15 de enero, del Día del Educador. Comentó que añora los tiempos en que con su sueldo pudo recorrer casi todo el país en tiempos de vacaciones.

También se compró una casa y un carro, al cual no puede comprarle ahora los repuestos que necesita para que funcione.

Refirió que atrás quedaron los días en que el Ipasme funcionaba bien, lo cual le permitió parir a sus dos hijos en clínicas y operar a sus padres, costeados por el seguro que los amparaba. Ahora en instituto ni siquiera tiene especialistas para atender una dolencia específica.

Los docentes recibieron un aumento salarial en marzo del año pasado, pero la inflación lo arropó en poco tiempo. «Ni siquiera los fulanos zapatos cacherosos que nos ofrecieron, nos dieron».

Marlene dijo sentirse orgullosa de ser psicopedagoga dedicada al área de educación especial, donde atiende a niños con problemas de aprendizaje en lectura, escritura y calculo, en escuela básica.

Se confiesa apasionada por lo que hace, pues representa una gran satisfacción para ella que uno de sus alumnos pueda superar el déficit de aprendizaje que presenta.

La docente dijo que siempre vio la jubilación como la seguridad económica en su vejez, pero ahora está convencida que eso lamentablemente no pasará, pues sus colegas jubilados están en peores condiciones que los activos.

Además de cuestionar su poco salario, le aflige el hecho de que no tenga HCM ni seguro para sus padres e hijos. Ni siquiera seguro funerario. «Me entristece la posición del gobierno en cuanto a la situación de nuestros salarios».

Jubilada

Aracelis de Martínez es licenciada en educación, egresada de la Universidad de Carabobo. Su salario quincenal, después de trabajar 25 años en instituciones públicas, es de 300 bolívares. También recibe un bono por transporte de 45 bolívares.

Tiene dos hijos adolescentes y sostiene que su esposo, quien también es educador, es quien puede mantener el hogar pero «matando tigres» con trabajos de oficios. «Si no fuera por eso no pudiéramos comer todos los días».

Lo docente sostiene que con el sueldo que recibían ella y su marido hace 15 años atrás pudieron comprar carro y casa. El seguro les permitió atender emergencias médicas de ellos y de sus padres. Ahora ni siquiera eso tienen.

Al igual que su colega Marlene de Córdoba, añora el beneficio que recibían en el Ipasme. Anteriormente el servicio era solo para educadores, luego lo abrieron al público en general, y a pesar que ellos pagaban el funcionamiento del instituto, la prioridad era para los demás.

Protestas

La semana que recién termina estuvo caracterizada por masivas protestas pacíficas de educadores en diferentes estados del país.

El reclamo es el mismo de los trabajadores de la administración pública, es decir rechazo a los bajos salarios que reciben y solicitud de que se fije un sueldo mínimo, acorde a lo  que establece la Constitución en su artículo 91.

Pese a las protestas, hasta este sábado en la noche, el gobierno no había anunciado alguna modificación en los salarios de los educadores.

Día del Educador

El Día de Educador es una celebración que se estableció para honrar a la personas que de dedican a enseñar a estudiantes de forma profesional.

En Venezuela fue establecida en 1932 por el presidente Juan Vicente Gómez, luego que un grupo de educadores conformaron una asociación para defender los derechos laborales de los maestros y mejorar la educación. Esta se llamó la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Pública.

Para honrar la fecha, la Coalición Sindical de la Educación en Carabobo, programó para este domingo, una misa de acción de gracias en la iglesia Inmaculada de Camoruco, frente al rectorado, a las 10 AM.




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