La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, agradeció este miércoles al presidente de Guatemala, Jimmy Morales, su respaldo a las políticas de Washington de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y el retorno de la democracia a Venezuela.
«Queremos darle las gracias (a Morales) por su apoyo a los Estados Unidos (…) para el cambio de lugar para la embajada de Tel Aviv a Jerusalén» en Israel, declaró Haley a periodistas luego de reunirse con Morales en el Palacio Nacional de la capital guatemalteca.
Guatemala es el único país que ha secundado al gobierno del presidente Donald Trump en trasladar su misión diplomática a Jerusalén pese al rechazo palestino.
El anuncio para mover la embajada de Guatemala en Israel lo hizo Morales el 24 de diciembre pasado en la víspera de Navidad, un día después de que la Asamblea General de la ONU se pronunciara en contra de la medida, tomada en primera instancia por Estados Unidos.
La embajadora norteamericana además reconoció el respaldo a la administración Trump ante la crisis en Venezuela y calificó como un dictador abusivo al presidente Nicolás Maduro.
«Nosotros hemos visto en Venezuela que antes fue una democracia exitosa pero ahora quien lo está dirigiendo es un dictador abusivo. Vamos a continuar trabajando con el presidente Morales en favor de los derechos humanos para que los venezolanos puedan tomar de nuevo democráticamente su gobierno», precisó.
De su lado, Morales señaló que mantiene una concordancia y coincidencia de pensamiento sobre la situación venezolana al igual que Estados Unidos y habló de la necesidad de fortalecer los Estados democráticos en todo el continente americano y a nivel mundial.
Haley llegó a Guatemala tras cumplir una visita en Honduras donde mostró el espaldarazo al mandatario reelecto Juan Orlando Hernández bajo la sombra de denuncias de fraude en la elección de noviembre pasado.
Haley felicitó a Morales por las acciones emprendidas por su gestión por la transparencia pese a que varios sectores, incluida la fiscalía, señalan que el gobernante mina la lucha contra la corrupción al intentar expulsar al jefe de una misión antimafias de la ONU que pidió retirar su inmunidad e investigarlo por sospechas de fondos ilegales de campaña.
