Las autoridades de EEUU terminaron este jueves con una protesta de activistas a favor de Nicolás Maduro, en el interior de la embajada en Washington, que empezó el 10 de abril, y dejaron vía libre para que los enviados del líder opositor Juan Guaidó ingresen en la legación.
"Los cuatro que estaban dentro de la embajada han sido detenidos y ahora van a ser procesados", dijo la abogada del grupo Code Pink, Mara Verheyden-Hilliard, a los periodistas después de que los agentes entraran en el edificio para arrestar a los activistas y posteriormente los sacaran del lugar en vehículos policiales.
Los activistas fueron detenidos por agentes especiales del Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado con la asistencia del Servicio Secreto, que se encarga de la protección de las legaciones diplomáticas extranjeras.
"Hemos ejecutado órdenes de detención federales contra las personas que estaban dentro de la embajada de Venezuela", argumentó en declaraciones a Efe uno de los portavoces del Servicio Secreto, Mason Brayman.
Más tarde, un furgón y dos coches de la policía abandonaron el recinto, según pudo constatar Efe, con los activistas Margaret Flowers, Kevin Zeese, Adrienne Pine y David Paul detenidos.
La directora nacional de Code Pink, Ariel Gold, argumentó que la detención de estos últimos activistas supone una agresión a la Convención de Viena sobre disputas diplomáticas.
"Mis compañeros fueron sacados de la embajada de manera ilegal y es una clara violación de la Convención de Viena. (...) Hemos hecho todo lo que hemos podido para evitar otra guerra de EE.UU.", dijo a Efe la activista de Code Pink, que forma parte del autodenominado "Colectivo de Protección de la Embajada de Venezuela".
Asimismo, Gold lamentó que ahora sea posible que el "ilegítimo" enviado de Guaidó en EE.UU., Carlos Vecchio, tome el control de la embajada venezolana en Washington.
"Nuestra mayor preocupación es que este edificio será ahora entregado a la ilegítima Administración de Guaidó, con un embajador falso", agregó al respecto.
En las inmediaciones de la embajada se congregaron decenas de seguidores de Guaidó con gorras y banderas de Venezuela, así como con pancartas, que han celebrado el arresto de los activistas chavistas.
En uno de esos pósteres podía leerse en inglés "los invasores de la embajada están violando la Convención de Viena, apoyando un allanamiento de morada y mintiendo".
Después de que los vehículos policiales salieran del recinto diplomático, los partidarios de Guaidó se abrazaron y rezaron un Padre Nuestro para agradecer a Dios y a las autoridades estadounidenses el desalojo de la embajada.
Vecchio subrayó en Twitter: "Gracias al Gobierno de los EE.UU., el Departamento de Estado y cuerpos de seguridad por su apoyo por hacer cumplir las leyes y tratados internacionales. Cesó la usurpación. Seguimos avanzando".
El enviado de Guaidó ofrecerá esta tarde una rueda de prensa enfrente de la embajada para reaccionar a las detenciones y se espera que informe sobre los siguientes pasos que dará su equipo para controlar finalmente la legación.
La embajada venezolana, en el acomodado barrio de Georgetown, se ha convertido en un símbolo de la lucha del poder dentro de Venezuela, donde Guaidó, que se proclamó presidente interino en enero, y Maduro se disputan la jefatura de Estado.
Los activistas tomaron la legación hace semanas para evitar que los enviados de Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por EE.UU. y medio centenar de naciones, se hicieran con el control de la embajada tras la marcha de los diplomáticos de Maduro.