Ya no llora, pero sigue triste. Mercedes Mezones sabe qué es lo mejor para su hija, que vive en Estados Unidos desde hace dos años. Aunque la extraña, apuesta por su futuro.
Ninoskarina Cáceres Mezones es parte de esos más de 6 millones 800 mil venezolanos que hoy viven en el exterior. Ella emprendió una nueva vida en Estados Unidos y Mercedes siempre la apoyó. "La ayudé a organizarse, nunca le hice sentir que me dolía tanto a pesar de que por dentro mi corazón estaba super arrugado, super triste".
El día de Mercedes comienza con el mensaje que le manda a su hija. Cuando le responde que está en el trabajo o va en camino hacia la oficina, se queda tranquila.
Tras la partida de Ninoskarina, Mercedes tardó dos meses en entrar a su cuarto. "Cuando entré fue terrible, lloré muchísimo, eso fue lo más duro volver a entrar sabiendo que ya no iba a dormir aquí".
Hace poco tiempo Mercedes viajó a Estados Unidos a pasar unos meses con su hija. Fue un encuentro tras un período de separación que las afectó a ambas. Tiene planes de volver, aunque no sabe cuándo.
Aún así , Mercedes Mezones no tiene planes de irse del país. "No me veo en otro país, me veo aquí, quiero que ella venga y quiero ir a visitarla, pero quiero que este sea un proceso bonito para ambas y que cada una viva lo que escogió vivir, pero felizmente".