Psiquiatras y psicólogos observan que numerosos trabajadores que no han tenido compañía durante la pandemia quieren regresar a sus puestos físicos de empleo para salir del espacio del hogar y socializar con otras personas. Una necesidad que va de la mano de un potencial exceso de tareas en teletrabajo, horarios que se prolongan, estrés e incluso desmotivación laboral. De otro lado y sin una vacuna, la pandemia exige mantener el distanciamiento social y la posibilidad del regreso no es posible para muchos.

El exceso de trabajo, la falta de horarios fijos, la soledad y no poder compartir la cotidianidad con sus compañeros, son las principales razones que exponen quienes añoran regresar a sus sitios de empleo luego de varios meses de trabajo en casa.

Camilo Arbeláez Gómez, psicólogo clínico y CEO de psicoterapeutas en Enterapia, sostiene que entre sus pacientes la mayor parte de quienes tenían un lugar fijo de trabajo antes de la pandemia desean recuperarlo tras experimentar fatiga y desmotivación en casa.

«Han experimentado un desgaste laboral muy fuerte durante la pandemia que por lo general se caracteriza por un progresivo agotamiento físico y mental, además de una falta de motivación absoluta. Los empleadores han observado cambios en sus colaboradores caracterizados por síntomas de estrés, ansiedad y desmotivación», explica el experto.

Esto se debe, en parte, a que en muchos casos los trabajadores no tienen horarios fijos, las empresas, en ocasiones, los han sobrecargado, y esta vida laboral, mezclada con la familiar, les ha estresado.

Para estas personas volver a trabajar desde su oficina o lugar de empleo representa cambiar de espacio físico, ordenar sus horarios y reservar un tiempo determinado para estar con su familia.

La nostalgia al ambiente laboral

Otra de las razones por las que algunos empleados desean volver a los tiempos previos a la pandemia es porque les hace falta compartir con otras personas, actos simples como compartir un café y salir a comer en compañía.

France 24 preguntó en sus redes sociales qué extrañaban las personas del trabajo en la oficina y varios respondieron que les hacía falta el ambiente laboral. Así lo dijo, por ejemplo, @Joseboggio, quien respondió que extrañaba “la interacción y el esparcimiento con los compañeros”, o @germantelb, quien afirmó que echaba de menos la “convivencia física diaria con los amigos del trabajo”. Otras personas afirmaron que les hace falta interactuar en los espacios e incluso mencionaron aspectos que impactan su bolsillo, como el Internet, el café y las comidas gratis.

La psiquiatra colombiana Victoria Pérez cuenta que muchos de sus pacientes le han manifestado que sienten nostalgia por la oficina, sobre todo quienes viven solos, ya que ese espacio laboral les genera una sensación de pertenencia, de estar con un grupo, de ver gente; pueden compartir momentos pequeños con otros o celebraciones como amor y amistad, cumpleaños o el día de las brujas. «Son espacios que las personas valoran mucho y quienes no tienen pareja o un familiar al lado, sí los extrañan».

Simona Pozzi, codirectora de Retail Hub de Equita, trabaja en su sala de estar, en Milán, Italia, el 19 de octubre de 2020.
Simona Pozzi, codirectora de Retail Hub de Equita, trabaja en su sala de estar, en Milán, Italia, el 19 de octubre de 2020. © EFE
Un ejemplo de esto, que ha visto Pérez entre sus pacientes, es la respuesta que dio uno de los testigos consultados en el foro de Facebook: «He notado que muchos de mis compañeros sí extrañan ir a la oficina porque están viviendo solos en la ciudad, en un apartaestudio y sin sus familias”.

Arbeláez Gómez explica que las relaciones con los demás se fortalecen desde lo personal, y más en actividades de ocio y placer, en medio de las actividades laborales. Como lo expresó otro usuario: «Yo quiero regresar a mi trabajo presencial porque mis compañeros me hacen mucha falta. Compartíamos almuerzos, empanadas y muchas risas».

La falta de espacio también es motivo para querer volver a la oficina

Pérez dice que quienes viven en espacios pequeños en los que no tienen privacidad también añoran volver a sus puestos de trabajo porque no cuentan con un lugar adecuado que les facilite el empleo a distancia.

El manejo del espacio ha sido definitivo para muchos, como lo expresa Marta Luz Monroy, comunicadora social: «Extraño no poder trabajar sola desde mi casa como lo venía haciendo desde hace ocho años porque ahora me tocó compartir mi espacio». O, como respondió @estuardomorayata4 a France 24 cuando se le preguntó qué extrañaba de la oficina: “concentración”, dijo. De la misma manera, @sol_rulos respondió que echa de menos que su casa sea el lugar de descanso.

Como desarrolla Camilo Arbeláez, el cambio de espacio físico puede dar una sensación diferente, ya que a los seres humanos nos gustan las actividades en espacios distintos, y antes de la pandemia, cuando la gente salía de casa, sentía la diferencia, de tal manera que el hogar estaba pensado para el descanso y el placer y eso cambió radicalmente para muchos.

Precisamente esta socialización, el encuentro cara a cara, las charlas en lo pasillos y las reuniones de trabajo en un espacio físico son elementos que ayudan a construir una cultura organizacional y, de acuerdo con María Paulina Bayona, consultora independiente en recursos humanos, este es para muchas empresas el gran reto del momento.

Para muchos analistas existe un antes y un después de la crisis sanitaria respecto al teletrabajo.

Los departamentos de recursos humanos se están preguntando cómo mantener esta cultura en medio de esta pandemia, cómo lograr mantener su espíritu y su esencia cuando los empleados están en sus casas.

Parte de la respuesta a este interrogante lo pueden tener muchos de los empleados que quieren tener unos días en sus casas y otros en sus oficinas, para aprovechar lo mejor de los dos mundos: tanto los compañeros de trabajo como la cercanía con la familia; cambiar de espacios físicos y a la vez gozar unos días del privilegio de evitar embotellamientos y horas de desplazamiento.

Bayona explica que antes de la pandemia muchas empresas ofrecían el teletrabajo como parte de sus beneficios laborales, lo cual era un gancho atractivo para muchos empleados. Ahora, este ya hace parte de la normalidad y puede ser que en un futuro el beneficio pase a ser una pega para algunos, que prefieran un puesto de trabajo en un lugar concreto al que poder ir cuando lo deseen.

Estas son, sentencia la consultora, algunas de las consideraciones que están teniendo en cuenta las empresas, porque el teletrabajo ha cambiado muchas realidades y los empresarios se han dado cuenta de que pueden ahorrar costos al reducir los espacios físicos. No obstante, también han percibido que la distancia puede salir cara a nivel de personal y del espíritu de la empresa.

Por ahora, mientras siga la pandemia, las empresas que han abierto sus puertas para sus empleados conservan las normas de distanciamiento social y por eso tienen horarios por grupos para reducir el riesgo del contagio.

Como se sabe, los expertos recomiendan el lavado de manos, el distanciamiento social y el uso de mascarillas para cuidar la salud y evitar propagar el virus, el único mantra efectivo antes de que haya una vacuna y las empresas puedan reescribir esa nueva realidad con sus empleados.




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