El cuidador es el gran héroe de esta historia y, sin la menor duda, al que menos se le reconoce su labor, muchas veces es objeto de críticas. Su labor está cargada de nobleza, entrega y espiritualidad. Es alguien que dedica, diaria y continuamente, su vida por su ser querido independientemente de la historia que han vivido. Es muy frecuente que sea una sola persona y casi siempre es mujer.
La primera recomendación es que desde toda nuestra sociedad hasta a nivel familiar se le brinde sincero reconocimiento a su labor y la decidida ayuda para que pueda tener su tiempo libre, ese verdadero oasis en este a veces muy duro desierto, para que lo dedique a sí mismo. Es muy difícil cuidar si el cuidador no está bien….. Este tiempo de respiro, “oasis”, es muy necesario para el cuidador y es muy importante que lo dedique a sí mismo…, a reencontrarse con Dios y la espiritualidad, a cultivar su proyecto de vida e ilusiones.
Cuando algún miembro de la familia se comprometa con el cuidador a “cubrirlo” por algunas horas o días debe hacerlo puntualmente y con buen ánimo. Con frecuencia, sucede todo lo contrario y el pobre cuidador ya no puede acudir a las actividades que con tanta ilusión había planificado para ese único día u horas libres.
Otra recomendación muy importante es que cuide su salud y no olvide su nutrición. Acudir regularmente a sus evaluaciones médicas y cumplir su tratamiento médico, atender la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y resistencia a la insulina, dislipidemias, controlar sus factores de riesgo, en especial, los vasculares y metabólicos, control ginecológico y de los senos o próstata, según el caso. Si el cuidador no se cuida, con toda certeza, se enfermará aún más que el mismo paciente.
Siempre hidratarse bien y lo mejor es el agua…, entre tantas tareas cotidianas, el cuidador no debe olvidar consumir sus 6 a 8 vasos de agua repartidos en el transcurso del día. Una dieta sana y balanceada es fundamental. Un adecuado consumo de proteínas incluyendo carne, pollo, pavo evitando la ingesta de grasas animales y aumentar el consumo de pescados. Como fuente de energía (tan necesaria para poder cuidar), son importantísimos los carbohidratos complejos, como por ejemplo la avena y los cereales integrales. Disfrutar el consumo de frutas y verduras, jugando a alternar los colores.
El cuidador no debe encerrarse, hay que salir fuera de casa y recordar que el sano y equilibrado contacto con el sol, colabora con nuestros niveles de vitamina D (tan importante en la protección del Alzheimer y otras enfermedades). Los complejos de vitamina B, el ácido fólico y ácidos grasos insaturados como el Omega 3 son excelentes suplementos. Merendar un puñito de frutos secos como las nueces, consumir uno o dos cuadritos de chocolate oscuro o tomar una copita de vino o té verde al día, agregar aceite de oliva a las comidas, disfrutar un buen café son recomendaciones extraordinarias para cuidar la calidad de vida.
Cultiva el vínculo social, tanto si es cara a cara (todas las veces que puedas) como utilizando la vía telefónica, mensajes de texto, correo electrónico, skype, redes sociales, etc…, el vínculo social es fundamental para el cuidador…, cerebro que se aisla, cerebro que se deteriora…., neurona que se aisla, neurona que se deteriora….El cuidador debe recordar que no está sólo, por ejemplo, la Fundación Alzheimer brinda cursos, talleres de formación para cuidadores y tiene otras actividades para apoyar la salud integral del cuidador. Los grupos de apoyo y de autoayuda son importantísimos, ya que nos podemos ayudar y ser de ayuda a otros en esta compleja situación. Tenemos un programa en Radio María 1450 AM los lunes 2 pm “Años Dorados” (www.radiomaria.org.ve) donde compartimos estos consejos y hacemos ejercicios de estimulación cognitiva.
Entiendo que siendo cuidador es muy difícil realizar todas estas actividades, pero muchas ó alguna de ellas las puedes hacer en tu casa…, lo importante es la disciplina, tiempo y la dedicación que pongas en ello!
